tag:blogger.com,1999:blog-42666143287549443652024-02-21T11:23:50.931+00:00Píldoras para la egolatríaAdministrar en presencia de síntomasUno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.comBlogger639125tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-81976336767138121952016-05-02T13:09:00.002+01:002016-05-02T13:09:29.937+01:00Método Científico para charlatanes y mercachiflesEstoy un poco harto de mensajes y propuestas en las que se me ofrece un método, técnica o mecanismo para resolverlo todo. Desde problemas de salud hasta problemas de amor. Pero, he aquí, que yo soy incrédulo por naturaleza y que, si quieres que me crea algo, tiene que venir etiquetado con el beneplácito del Método Científico. Así que, para aquellos que repiten y reiteran aquello de "a mí me funcionó", les propongo jugar al principio irrenunciable de la repetibilidad del Método. Es sencillo, provócate un cáncer terminal (por segunda vez si es necesario) y cuando los médicos certifiquen que te quedan dos telediarios empieza a aplicar esa técnica que tanto avalas. Si sobrevives y has eliminado cualquier traza del mal, y solo entonces, me pensaré que tu método tal vez sirva. Hasta entonces déja de tocármelos y busca algo productivo que hacer. Y si no se te ocurre nada productivo que mejore la especie, recuerda que siempre puedes servir de abono para las plantas.Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-28158544040014987942015-10-06T07:00:00.000+01:002015-10-06T07:00:04.900+01:00Surface Pro 2, año y medio despuésA finales de marzo del año pasado compraba una Surface Pro 2 con 256 GB de SSD, 8 GB de RAM y un procesador i5. Fue el resultado de un proceso largo y difícil. Primero porque no me decidía a comprarme un <em>capricho</em> tan caro que igual no estaba a la altura de lo buscado. Y luego porque lo buscado no estaba en ninguna tienda. Varios meses esperando hasta que al final lo conseguí.<br />
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Estaba en el límite de la espera. Necesitaba cambiar. Mi rutina significaba cargar con tres kilos y medio a diario entre portátil, tablet y cargadores. Al piso. Al trabajo. De Madrid a Las Palmas y de Las Palmas a Madrid. Siempre con la mochila y más peso del que era necesario llevar. <br />
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Estaba al límite porque si no lo conseguía en ese momento ya daba el salto a otro equipo, para lo que barajaba el Dell XPS 13 de entonces. <br />
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Lo cierto es que no me he arrepentido ni un solo minuto de su compra. No solo ha estado a la altura. Ha superado con creces lo esperado. A día de hoy, un año y medio más tarde, sigo encantado con mi Surface Pro 2 y es, con diferencia, el mejor ordenador que he tenido en muchísimo tiempo. Ha superado con creces todas mis expectativas. Primero ha conseguido convertirse en el equipo de trabajo que uso a diario —casi—. Salvo porque en el trabajo (cliente) ahora tengo instalado fijo aquel portátil que pesaba lo que no está escrito y es lo que uso, el Surface Pro es el equipo que me acompaña a todas partes. Es mi ordenador de sobremesa. Es mi periódico que leo en el sofá (y en el retrete). Es mi reproductor de series de televisión en el avión. Y es mi consola de videojuegos.<br />
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En un día normal, de trabajo, puedo tener abierto Eclipse, varios contenedores Docker con aplicaciones y servicios Java, que en Windows necesita de Virtual Box; algún intento de probar la aplicación con <a href="http://fsharp.org/">F#</a> y <a href="http://lefthandedgoat.github.io/canopy/">Canopy</a>, que aún no he conseguido que funcione bien; tener abierto Oracle Sql Developer, que él solito consume tanta RAM como el resto junto; escuchar música, ver las noticias o Al Rojo Vivo; y tener veinte pestañas de Firefox y Opera abiertas, además de alguna que otra cosa al mismo tiempo, y según las necesidades del momento. Y todo ellos sin apenas notar parones al cambiar de aplicación o lanzar la construcción de una imagen. Un <code>maven clean package</code> de un proyecto de tamaño medio se ejecuta relativamente rápido, al igual que la construcción de una nueva imagen con el WAR resultante. El ciclo normal de trabajo es bastante fluido y, donde más noto el impacto, es en la latencia cuando tengo que conectar con los servidores de cliente para aquellos servicios que no puedo simular en local.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgU9rOjvCSo_lBYxmRtbKDOX9Jdos5FIFb609WH3EXAruAAcMkqLHBZoVlec5eWGaKZGNTQ6pjfItArUEnSupuWmj7Khl-tR38fpieRkLiTiTiAy57RSixGLGsRyczmHnCBN3c6TKkjoew/s1600/surfacepro2trabajando.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgU9rOjvCSo_lBYxmRtbKDOX9Jdos5FIFb609WH3EXAruAAcMkqLHBZoVlec5eWGaKZGNTQ6pjfItArUEnSupuWmj7Khl-tR38fpieRkLiTiTiAy57RSixGLGsRyczmHnCBN3c6TKkjoew/s400/surfacepro2trabajando.jpg" /></a></div><br />
Eso sí, para todo ello me apoyo en el monitor 27" Dell que se aprecia en la foto anterior. Una de las cosas que me más me llamaron la atención, fue que el cacharro es capaz de mover dos monitores de 2500x1400, por lo que imagino que más tarde que temprano, acabaré sumando un segundo monitor al tándem.<br />
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Además de para trabajar, también lo utilizo para jugar. Gracias a él y a <a href="http://store.steampowered.com">Steam</a>, a <a href="https://www.gog.com">GOG</a> y, especialmente, a <a href="https://www.humblebundle.com">Humble Bundle</a> y las jugosas ofertas que se consiguen en ellos, redescubrí el placer de jugar a Age of Empires II, primero, a Age of Mithology, después, a las aventuras gráficas magistrales que se hacen en los últimos tiempos —y alguna clásica remasterizada— y a varios juegos indie que realmente merecen la pena. Además, últimamente, y sin dejar de sorprenderme lo que se puede hacer con el cacharro, estoy jugando a juegos triple-A, como Batman Arkham Asylum (sí, un poco viejuno, y que ya mencioné en 2010 en <a href='http://unomascero.blogspot.com.es/2010/10/pues-si-que-esta-siendo-un-ano-de.html'>«Pues sí que está siendo un año de juegos, y algo más (1)»</a>, pero que se juega casi mejor que en la PlayStatio 3) y como el último —o penúltimo— Tomb Rider, que va súper fluido a 60fps, siempre que pongas calidad normal y 720p. Para ello conecto el Surface Pro 2 a la tele y, mando Xbox 360 en mano, juego como si fuese una videoconsola. En la siguiente imagen puede apreciarse el aspecto del Tomb Raider en mi televisor. <br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3l4avNzB94TcF2u6TE5ffA7yKlqcfMbwHSSR0DlVqANaS4suHkzgIKZmCoaryEs7OiH063-p56sHHcG_OLLf1tOQOFa_myvBaOG89WEv5uqqbgxL7FPHop9F1jjpDotMKkC6iZnx4fFE/s1600/surfacepro2jugando.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3l4avNzB94TcF2u6TE5ffA7yKlqcfMbwHSSR0DlVqANaS4suHkzgIKZmCoaryEs7OiH063-p56sHHcG_OLLf1tOQOFa_myvBaOG89WEv5uqqbgxL7FPHop9F1jjpDotMKkC6iZnx4fFE/s400/surfacepro2jugando.jpg" /></a></div><br />
Creo que nada que envidiar a la PlayStation 3, que ahora mismo uso únicamente como reproductor BluRay.<br />
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La única pega, en el apartado lúdico, es que mi <i>home cinema</i> no admite HDMI de entrada y el sonido lo tengo que suministrar al amplificador por la salida de los auriculares. Pero hasta el momento está siendo más que suficiente.<br />
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A mi Surface Pro 2 le quedan unos cuantos meses de uso intenso aún. Supongo que, como muchos otros, estoy a la espera de ver qué anuncia Microsoft. Mucho se rumorea de un nuevo Surface Pro, que vendría a ser el 4. Tengo mucha curiosidad por ver qué proponen. El 3 fue anunciado al mes de yo haber comprado el 2 y me fastidió mucho, porque hubiese esperado un poco y, por poco más de lo que gasté, hubiese tenido mejor equipo (con un i7, por ejemplo). Principalmente por el ratio de aspecto, que es una de las mayores pegas que le veo al que tengo. Tengo curiosidad porque no descarto dar el salto. Ya han pasado 18 meses y, según la ley de Moore, debería tener, cuando menos, un 25-30% más de potencia bruta. Y en el apartado gráfico debería ser, como poco, 4 veces más potente. Si más o menos se cumple esto, no lo dudaré mucho. Concretando, lo que espero del Surface Pro 4 es:<br />
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<ul><li>i7 sexta generación</li>
<li>16 GB RAM</li>
<li>512 GB SSD</li>
<li>Potencia gráfica suficiente para mover bien y con buena calidad Metal Gear Solid V. O sea, equiparable a la PS4 y a la Xbox One</li>
<li>Y todo ello por algo menos de lo que yo pagué por el Surface Pro 2 :-D</li>
</ul>Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-59508728811444719462014-04-26T13:45:00.001+01:002014-04-26T20:19:01.219+01:00Cosmos, 2014Cuando empecé esta bitácora, a mediados de 2008, tercera o cuarta reencarnación de mi deseo de trascender por la vía del exhibicionismo ciberespacial valiéndome del simplón mecanismo de ventilar las nimiedades que me acontecen o en las que participo, andaba también revisitando la mejor de las series divulgativas rodadas hasta la fecha, la mejor por su carácter y enfoque holístico: Cosmos. Algo de lo que dejé constancia unos meses más tarde —con mi particular forma de decir y escribir las cosas— en su correspondiente entrada [<a href="http://unomascero.blogspot.com.es/2008/10/una-serie-documental-que-s-deberas-ver.html">aquí</a>].<br />
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Hace bastante tiempo, tal vez un par de años, tuve conocimiento del rumor que hablaba de una reencarnación o modernización de la serie, esta vez sin presencia de Carl Sagan por pasar éste a un plano existencial distinto al tangible nuestro tiempo atrás. No le di mayor importancia porque era un rumor o un proyecto, que como otros tantos podía quedar en aguas de borrajas. Y el tiempo pasó. Hace unos meses se anunciaba, con menos bombo y platillo del que se merece un evento como éste, su próximo estreno en las cadenas de nuestro país, y simultáneamente en las de otros muchos. Esta vez le di mucha más importancia a la noticia. Supongo que en forma similar a como los fans de una serie clausurada tiempo ha acogen la noticia del estreno de la película creada para satisfacer a tan selecto grupo. Pero fue el día que cayó en mis manos el primer capítulo, obtenido por esa vía de la que uno no se siente especialmente orgulloso de conseguir la cosas en el capitalismo cimentado sobre un consumismo exacerbado en el que vivimos, cuando me puse realmente nervioso. ¿Haría siquiera honor la nueva serie a la protagonizada por —y que tan bién condujo— Carl Sagan? ¿Sería un intento de sacarnos los cuartos a los nostálgicos? ¿Sería otro intento <i>Freemaniano</i> de convencernos de que hay fantasmas ahí afuera? Con sentimientos encontrados busqué hueco para ver el primer capítulo, convencido de que nadie conseguiría imprimir ese aura carismático que tenía Sagan en sus exposiciones y de que lo que me esperaba durante los próximos 50 minutos sería una cagada de proporciones cósmicas e infumable de principio a fin que no haría otra cosa que mancillar el admirado recuerdo del protagonista original y estropear con adornos innecesarios lo que es una obra magnífica de por sí.<br />
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Lo que tiene el sesgo de confirmación es precisamente eso, que nuestros prejuicios nos dominan y consiguen hacernos ver lo que estamos esperando ver. Dicho en plata: Neil deGrasse Tyson presenta mucho peor la serie que Carl Sagan. Esa fue la errónea conclusión que saqué en el primer capítulo, olvidando que realmente lo importante era el tema que contaban, no quién lo contaba. A lo largo de las últimas semanas desde su estreno, replanteándome la forma en que empecé a ver la serie, he pasado de esa sensación nostálgica de pérdida del original que provoca reforzada el sucedáneo, a disfrutar con la forma y estilos de un divulgador con nombre propio, el mentado Neil Tyson, quien no tiene nada que demostrarnos y que ha conseguido que me enganche a esta reencarnación de la que fuera mi serie divulgativa favorita de las últimas décadas. En resumen, Neil deGrasse Tyson está sobradamente cualificado para hacernos disfrutar de esta nueva andadura cósmica. Y la producción, en su conjunto, <b>es simplemente magnífica</b>.<br />
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A día de hoy Cosmos 2014 es la única serie de televisión que sigo fielmente semana tras semana y que hace que bucee cada fin de semana en las redes del P2P para descargar el último capítulo. Pero han de permanecer tranquilos los empresarios, productores y subespecies alimentadas por el ánimo de lucro de este tipo de producciones, porque es mi intención resarcirlos —y siempre lo hago con lo que disfruto— comprándola en BluRay cuando tengan a bien publicarla en nuestro país.<br />
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Imagino que temiendo que muchos sentirían lo mismo que yo al ver al nuevo conductor acaparando los créditos de la serie, o porque es lo que es, un tributo a Carl Sagan, se lo suele mencionar en los capítulos; dejando claro que no intentan hacer borrón y cuenta nueva —como esos <i>reboots</i> a los que nos tienen acostumbrados en la industria del celuloide—, sino que es una merecida continuación. Es un puente a los nostálgicos y siempre se agradece. Pero también sirve, al menos a mí me sirve, para contemplar este nuevo Cosmos no como una serie distinta, sino como una segunda temporada de la misma serie. Tal es así que ya no hay competencia posible, ni con ello ganador ni perdedor. En mi fuero interno Cosmos pasa de tener 13 capítulos en su edición original a tener 26 en su nueva edición, consiguiendo entonces el seguir siendo la mejor serie de divulgación producida hasta la fecha por la Humanidad. Con este talante nostálgico, y la certidumbre de que pronto volveré a ver la primera temporada, rompo mi promesa original por enésima vez y anclo aquí un vídeo con los primeros minutos del primer capítulo donde Sagan nos promete lo que será un viaje inolvidable para toda una generación (o al menos la parte interesante de ella):<br />
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<center><iframe width="420" height="315" src="//www.youtube-nocookie.com/embed/R7n71pm0K04?rel=0" frameborder="0" allowfullscreen></iframe></center><br />
Por no desmerecer a la nueva, que no es mi intención, pero ya que me prostituyo hacerlo a lo grande, pongo el trailer promocional del nuevo Cosmos:<br />
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<center><iframe width="420" height="236" src="//www.youtube-nocookie.com/embed/XFF2ECZ8m1A?rel=0" frameborder="0" allowfullscreen></iframe></center><br />
Aunque más moderado en las formas a cuando escribí la entrada sobre la serie original, no porque no piense lo que ya pensaba entonces sino porque he entendido que a nadie le importa lo que piense al respecto, sigo creyendo que el visionado de este tipo de productos, y en especial del que hablo hoy, nos abre la puerta a ser mejores personas y seres humanos más conscientes del lugar que nos toca ocupar. El partído político que tenga en su programa sustituir religión en los colegios por el visionado de series divulgativas serias como Cosmos tiene casi asegurado mi voto.Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-72085477022381316212014-03-12T22:13:00.000+00:002014-03-13T08:33:11.205+00:00Week 1, Day 1 (Try 1) - Slow down and walkEl día cero, porque todo tiene un comienzo, habremos de fijarlo en el último fin de semana, que además pasé en mi hogar, Las Palmas. Aunque en realidad se podría decir que <em>«desde siempre»</em> he tenido el deseo de empezar a correr, en particular, y de hacer ejercicio, en general, (y no es la primera referencia hecha en el blog al respecto, por ejemplo <a href="http://unomascero.blogspot.com.es/2011/11/al-gimnasio-pero-ya.html">en noviembre de 2011 ya lo comentaba</a>). He preguntado en algunos gimnasios y he hecho cábalas infinitas para intentar encajar una hora durante la que acudir entre trabajo (Madrid) y teletrabajo (Las Palmas) y las otras obligaciones que he adquirido este año, pero lo cierto es que al final no veo cómo conseguirlo sin dejarme una fortuna para acudir apenas un día a la semana aquí y otro allí (pagar dos gimnasios). O sea, que al final lo único demostrado es que lo he seguido posponiendo día sí, día también. Hasta el lunes pasado —anteayer—, que me levanté y me espeté a mí mismo un «ya está bien, pedazo de gorila ligeramente evolucionado». Tal vez ayude a que en los últimos meses, contra todo pronóstico y haciendo mío aquello de a la vejez viruela he empezado a adquirir los hábitos que nunca tuve como estudiante y sea más proclive a comprometerme en asuntos que antes intentaba simplemente evitar. Pero esa es otra historia.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicWKH8A7YRcAUu8eaA1UszqvBWDC0wIcqpS6LwLJ0ON9p9bHPiK6FV4X8N5wnz9eBsmd01DUcvt_GX-7vS56vgNSCvBdrTDi3YLb2n7WcdxapuGjV-l0FUhf2I-PbiKQ77BfWMm6F0UPI/s1600/20140312-1-estrenando.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicWKH8A7YRcAUu8eaA1UszqvBWDC0wIcqpS6LwLJ0ON9p9bHPiK6FV4X8N5wnz9eBsmd01DUcvt_GX-7vS56vgNSCvBdrTDi3YLb2n7WcdxapuGjV-l0FUhf2I-PbiKQ77BfWMm6F0UPI/s200/20140312-1-estrenando.jpg" /></a></div>Ese mismo lunes por la tarde me acerqué a Decathlon, luego pasé por los outlets del Centro Comercial Las Terrazas y me equipé con indumentaria para tiempo frío y unas playeras <em>running</em> profesionales que, por ser último par, y pese a que de feas que son tenía ganas de arrancarme los órganos del sentido de la vista, me las dejaban a <em>precio de tonto</em>. Como nota positiva confesaré que apenas pesan y se ajustan como un guante. De ahí lo de «pro». El martes, ayer, lo metí todo en la mochila sin estrenarlo y me lo traje a Madrid.<br />
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Hoy ha sido el «gran día». Tras desplegar toda la indumentaria sobre la colcha y contemplarlo unos minutos, meditando si estaba en mi sano juicio al querer forzar a mis casi veintitrés kilos por encima de mi peso ideal a ejercitarse, finalmente me la puse y salí dispuesto, aún sin haber superado plenamente la sensación de ridículo que provoca mi autoimagen, a dar mis primeros pasos. Lo de la gorra tiene gracia porque mi intención es salir más bien oscureciendo, para pasar desapercibido cuanto pueda hasta que, eso sí, consiga correr lo suficiente como para llevar la cabeza bien alta.<br />
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He de congratularme al asegurar que también en estos últimos tiempos estoy venciendo la naturaleza propia —idiosincracia española— de saber más que los demás y he optado por dejarme instruir. Habida cuenta que un instructor de carne y hueso cuesta algo más de lo que ahora mismo puedo permitirme, recurrí a la App Store. Todo cristo viviente del <em>mundillo</em> recomienda el <em>megafabuloso</em> Runtastic [@ <a href="https://itunes.apple.com/es/app/runtastic-pro-gps-running/id366626332?mt=8">AppStore</a>] y, guiado por las palabras de un compañero de trabajo sobre su calidad como <em>coucher</em>, no lo pensé mucho y aflojé 5€ para hacerme con la versión <em>pro</em>. Mi gozo en un pozo al descubrir que los planes de entrenamiento para principiantes cuestan, después de haber pagado ya por esa versión, un pastizal y, para colmo, no te dejan iniciarlos sino los lunes. Consciente, o con la esperanza, de que le sacaré provecho más adelante, al final, y habiendo leído hace bastante tiempo sobre el método <a href="http://www.c25k.com/c25k_spanish.htm">c25k</a>, busqué alguna aplicación dirigida exclusivamente a eso. De las <em>chopocientas</em> que me daba a elegir me quedé con 5K Runner Pro [@ <a href="https://itunes.apple.com/us/app/5k-runner-0-to-5k-run-training/id439852091?mt=8">AppStore</a>] por otros 2,5€.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4vPKvE7p4jSj4Z00g5Pkvrqt3LPpfky7HwrkY0oNEssx-Q038P_L5i9N-x2wC4lQ5g7iaRCd7eSVP-OeJ4vCl1oqJaLXqh-bzBPWVh4kKEiW8Qw8M-JI1wCL1KEIkckjH3Vv3p5_Le64/s1600/20140312-2-hacia-mas-frio-eso-seguro.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4vPKvE7p4jSj4Z00g5Pkvrqt3LPpfky7HwrkY0oNEssx-Q038P_L5i9N-x2wC4lQ5g7iaRCd7eSVP-OeJ4vCl1oqJaLXqh-bzBPWVh4kKEiW8Qw8M-JI1wCL1KEIkckjH3Vv3p5_Le64/s200/20140312-2-hacia-mas-frio-eso-seguro.jpg" /></a></div>Con todo dispuesto, sobre las ocho y poco de la tarde, bajé a la calle. Recalcar una vez más que la ropa la elegí pensando en tiempo frío —eso rezaban las etiquetas de las mismas—, consciente de que aún quedan unas pocas semanas en las que las tardes serán fresquitas. Además, y supuestamente, tras consultar la previsión a esa hora estaríamos a unos 13 grados centígrados. Soportable, pensé. ¡Y el rabo —que no la cola y por no gritar directamente nabo— de Bucéfalo! De entrada me quedé clavado en el portal pensando si subirme de nuevo al piso, dejarlo para cuando mejore el clima y aprovechar la excusa para seguir ingiriendo cantidades inmensas de krill con objeto de acumular grasa para las grandes travesías transoceánicas. Qué frío, la madre que me parió. Después de sufrir la indecisión durante unos segundos que parecieron eternos finalmente pulsé el botón de la aplicación para comenzar el entrenamiento y me lancé a caminar-calentar sintiendo las bajas temperaturas en todo el cuerpo, porque lo que se dice ajustado sí que es ajustado el pantalón, pero lo de aislar y estar preparado para tiempo frío no lo tengo tan claro.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnccM6Dc7_2_Gw65KQrnWxKHbXl_-GbfTgcFKNwfsph3JELbHVr4EAFAtLElRM8F1NdN858dBMjocr-pcNmH8YfIMkgrwGVgnd-qlojBlYs4FM8CtagFl4QC2FBq0oTPmSiL6JqCpYYrQ/s1600/20140312-3-planes-dentro-de-planes-dentro-de-planes.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnccM6Dc7_2_Gw65KQrnWxKHbXl_-GbfTgcFKNwfsph3JELbHVr4EAFAtLElRM8F1NdN858dBMjocr-pcNmH8YfIMkgrwGVgnd-qlojBlYs4FM8CtagFl4QC2FBq0oTPmSiL6JqCpYYrQ/s200/20140312-3-planes-dentro-de-planes-dentro-de-planes.jpg" /></a></div>Si han seguido el enlace en el que menciono el método c25k (<a href="http://www.c25k.com/c25k_spanish.htm">lo vuelvo a poner</a>) verán que se trata de ir tres veces en semana y alternar, al menos las primeras semanas, series de andar y correr. En concreto la de hoy era correr un minuto seguido de un minuto y medio caminando, seis repeticiones, durante 15 minutos. En tan mala forma estoy que tras el primer minuto ya estaba asfixiado. Cierto es que cuando escuché el <em>«now run»</em> me arranqué a correr en plan <em>braveheart</em>. El minuto y medio siguente apenas me dio para recuperar resuello y la siguiente ronda de correr me lo tomé con un talante cercano a la moderación. Igualmente llegué con la lengua fuera. Ya la tercera no conseguí terminarla, pasando a caminar pocos segundos antes de que la aplicación me cantase al oído <em>«Slow down and walk»</em>. En la cuarta correría unos 45 segundos y de la quinta pasé olímpicamente. La sexta ya la volví a correr entera y terminé el circuito caminando otros diez minutos de vuelta al piso donde he intentado hacer estiramientos <em>«de aquella manera»</em>.<br />
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Un comienzo completamente bochornoso, confieso. Pero no deja de ser un comienzo, de lo que no puedo más que sentirme orgulloso. <em>«Menos es ná»</em>, que diría <em>aquel</em>. Antes de tomar plena consciencia de lo que hasta ahora simplemente sospechaba, que mi capacidad física es una supremma porquería y anda por el subsuelo, mi intención era la de conseguir correr durante una hora a seis meses vista. A todo el mundo que se lo comentaba me respondía «¡que va! ¡ya verás que en un par de semanas estás corriendo treinta minutos seguidos!». Sí, para el resto funciona, seguro, pero yo voy a necesitar 26 semanas, como mínimo. Así que el plan sigue siendo el mismo: en seis meses correr durante una hora seguida a buen ritmo. Y, de paso, aunque no es el objetivo prioritario, quitarme unos kilitos de encima, por aquello de que se me haga menos pesado arrastarlos.<br />
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El programita, siguiendo los principios de la buena <em>gamificación</em> cuando termina marca el entrenamiento como realizado y te da un premio <em>corazón de león</em>. He reiniciado el entrenamiento y lo repetiré hasta que consiga correr esas seis series sin sentir que hay un papel de lija castigándome las paredes de los pulmones. El viernes más. De momento estoy baldado, me duelen las pantorrillas, tengo los gemelos ligeramente sobrecargados y mientras me sumergía en una eterna ducha de agua caliente estaba temblequeando. Repito, estoy baldado. Así que voy a prepararme un colacao caliente y, sospecho, me voy directo a la cama. Creo que hoy dormiré temprano.Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-56178699051856837772013-06-12T23:23:00.001+01:002013-06-12T23:23:14.007+01:00Adiós Ernesto<blockquote>Esta noche ha fallecido nuestro compañero y amigo Ernesto Mateos, ha sido un fallo cardiaco repentino mientras estaba en su casa tranquilamente preparando la cena. <br />
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Estará en el Tanatorio de San Isidro a partir de las 7 de la tarde. <br />
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Vamos a enviar una corona de flores de parte de los equipos, si queréis participar pasar por mi mesa o por el sitio de María. <br />
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Un Saludo <br />
Santiago</blockquote><br />
Ese era el correo electrónico de las 10:35. La forma oficial que señalaba el antes y el después de lo que ha sido este día.<br />
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Antes fue la chica que con asombro le decía a otra que no se lo podía creer. Sucedía justo entrando al pasillo central que divide, con divisores de apenas metro y poco, toda la zona diáfana donde se trabaja. Unos metros más adelante, al girar la cabeza a la derecha, otra chica llorando desconsolada, junto a unos grandes ventanales, y un grupo de personas que se iba congregando alrededor de ella. No alcanzaba a oír sus palabras, pero miraban y señalaban a la zona donde yo me siento, al fondo. A mi pregunta los compañeros de mesa se encogían de hombros. Tan atónitos como yo. La sorpresa era general. Algo de jefes, supusimos. Unos minutos más tarde se nos acercó Santi. ¿Os habéis enterado ya? No. Ernesto murió anoche. ¡Qué me dices! Siendo ateo únicamente se me ocurre explicar cómo me sentí aludiendo al alma. Se me había caído a los pies de golpe. Me sobrevino una sensación de pesadez, un estado de agotamiento y un desconcierto general inmensos.<br />
<br />
María llegó un poco más tarde. Se lo anunciaron en mitad del pasillo, sin dejarla llegar hasta su mesa. Ese mismo pasillo que recorría yo extrañado por las lágrimas de aquella chica a primera hora. Allí mismo rompió a llorar María de forma desconsolada. Eran ya varios años trabajando juntos.<br />
<br />
Ernesto tenía treinta y ocho años en el momento en que su corazón decidió dejarlo en la estacada. Tal vez treinta y nueve. No terminamos de ponernos de acuerdo entre nosotros. También tenía un marcapasos desde hacía dos años. Y una mujer de la que siempre hablaba bien. Sus palabra sobre ella estaban siempre cargadas de proyectos escritos en tiempo futuro y de planes de vejez juntos.<br />
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Coincidimos en todos los almuerzos cuando yo me quedaba a comer en la empresa. Desde mi punto de vista se cuidaba. Mucho. Más de una vez bromeaba diciendo estar harto de tanta acelga insípidamente guisada. La sal prohibida, y muy parco al llenar su plato. Comía relativamente poco, comparado conmigo. El precio que hay que pagar por un corazón ya tocado.<br />
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Su carácter era el de un hombre muy tranquilo. Cordial. De trato agradable y paciente. Siempre dispuesto a echar una mano. Una de esas personas que te caen bien desde el primer momento. Y a mí me cayó genial. Y ese «primer momento» fue responder a una pregunta que me cogió completamente desprevenido. Levanté la mirada del monitor para mirarlo con lo que imagino será cara de estúpido. Absorto como estaba en el código tuve que pedirle que repitiera la pregunta. ¿Te gustan los comics? Y me dejó el primer tomo de Bone. No sé cuándo lo podré leer, le advertí. Tranquilo, ya me lo devuelves cuando lo leas. Hacía ya unos meses que estaba en el cliente y no habíamos pasado de algún hola y algún adiós al cruzarnos. Esa pregunta y ese gesto sin venir a cuento me descolocaron. Luego ya empezamos a coincidir más. Y a compartir experiencias. A profetizar futuros negros y dar solución a todos los problemas del Mundo. Y a almorzar en grupo. Incluso a cooperar de pasada en los mismos proyectos.<br />
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La última vez que lo vi fue el viernes pasado. Almorzamos juntos. Con el resto de los compañeros. Y fue un día especialmente bueno. Pullas, bromas y muchas risas. Porque cuadró y el tema dio para reírnos a carcajadas un buen rato. Ernesto el que más. Yo, el protagonista, haciendo el payaso y diciendo cosas de payaso. Ser canario y tener este acento tan particular tiene ventajas. Poco después yo salía para el aeropuerto a pasar unos días en mi hogar, teletrabajando. No me podía imaginar que hoy ya no estaría para el café de primera hora. Café que se desarrolló en el más absoluto silencio. El resto mirábamos serios, taciturnos y cabizbajos nuestros respectivos vasos. Perdidos en nuestros pensamientos, temiendo de reojo a nuestros propios miedos.<br />
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No puedo decir que Ernesto fuera un amigo. Dicen que pasados los treinta ya no se hacen amigos de verdad. Muy poco tiempo juntos. Y más allá de un apellido común y una buena colección de almuerzos, pocas cosas más compartimos. Diría que tampoco lo conocía tanto. Y siempre en el contexto del cliente. Pero lo conocía lo suficiente para que me cayera muy bien y me sintiese cómodo en su compañía. A su carácter bonachón se sumaba el que ambos éramos <em>desplazados</em>. Contratados por terceros que desarrollábamos nuestro trabajo en tierra de otros. Mercenarios sin patria. Nuestro futuro estaba ligado a la necesidad que de nuestro quehacer tuviese el cliente. Y, pese a todo ello, sí reconocía en él las virtudes de un amigo potencial.<br />
<br />
Su muerte me dejó completamente trastocado. Tardé dos horas en conseguir concentrarme lo suficiente como para hacer algo «productivo». Y el día lo he pasado mayormente serio, cabizbajo y pensativo. Debía vérseme lo suficientemente afectado que varios pensaron que tenía una relación más estrecha y me dieron el pésame. Se los agradecí igualmente. No era momento para hacer correcciones que no venían al caso.<br />
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No somos nadie, decía María en el almuerzo. Hoy no pude estar más de acuerdo con ella.Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com0Madrid, España40.4167754 -3.703790199999957640.0300424 -4.3492371999999575 40.8035084 -3.0583431999999577tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-74486776068820733072013-05-12T23:21:00.000+01:002013-05-12T23:21:50.956+01:00Artistas vs políticos<blockquote>[…] solía decir que los artistas mienten para decir la verdad mientras que los políticos mienten para ocultarla.</blockquote><br />
Evey Hammond<br />
V de Vendetta [@ <a href="http://www.imdb.com/title/tt0434409/">IMDB</a>]Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-80102502566082007252013-05-12T23:18:00.001+01:002013-05-12T23:18:09.807+01:00Los gobernantes…<blockquote>El pueblo no debería temer a sus gobernantes, los gobernantes deberían temer al pueblo.</blockquote><br />
V<br />
V de Vendetta [@ <a href="http://www.imdb.com/title/tt0434409/">IMDB</a>]Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-31067033951868608952013-05-09T15:22:00.000+01:002013-05-09T15:22:58.210+01:00Cuarenta y unoHoy toca cumplir años. Esta vez no tengo ganas de enrollarme tanto como en los años anteriores. Mi tío me felicitó llamándome «cuarentón» Pero cuarentón lo soy desde el año pasado. En fin, que hoy me quedo con unas palabras del Dr. Who:<br />
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<blockquote>De verdad, deja de llorar. Tienes un montón de cosas por delante, ¿sabes? Una vida humana normal en la Tierra. Los plazos de la hipoteca. El horario de nueve a cinco. Una molesta sensación persistente de vacío espiritual. Guarda las lágrimas para después, pequeño.</blockquote><br />
Doctor Who<br />
Capítulo 12 - Hora de cerrar <br />
Temporada 6 (2011)Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-37701469528813798012013-04-08T08:30:00.000+01:002013-04-08T12:23:43.286+01:00'TypeScript Revealed'No lo había puesto en <a href="http://unomascero.blogspot.com.es/2013/01/despropositos-para-el-2013.html">los despropósitos del año</a> porque los orienté más hacia lo <i>no-técnico</i>, pero terminaba el año pasado con una espinita clavada en el corazón. Y este año quería poner remedio. <br />
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Sobre finales de junio un compañero me pidió que le echase una mano con un proyecto que tenía atascado. Era un proyecto personal suyo y ambos estábamos a tope de curro y debíamos «robar» horas para intentar sacarlo adelante. Por motivos que no vienen al caso la parte del servidor se había decidido hacer en Node.js. En cierta forma este compañero es como yo: Cada vez que se embarca en algo aprovecha para aprender en el proceso. En una ocasión normal hubiese agradecido la oportunidad de trabajar con algo tan nuevo como Node.js, pero no era una ocasión normal. Estaba pasando por una época realmente complicada. El cliente del proyecto en el que andaba inmerso estaba convencido de que le habíamos engañado —la empresa en la que trabajo— y nos estaba poniendo muchas, muchísimas, pegas en absolutamente todo. Y se había obstinado en creer que yo era parte del problema. Sobretodo porque yo estaba desplazado en cliente y me convertí, gracias a ello, en la cara visible. Todo el equipo hizo horas extra como burros para revertir esa situación. Ahora vamos a comer juntos y discutimos de lo humano, de lo divino y de lo mundano entre bromas y risas. El camino recorrido desde entonces hasta ahora ha sido complicado y, en él, tuve que dejar cosas atrás.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoWKapRs7bpMfDwrJP_EZGV08Ed8gKEXy_1PKsq_uEP-DQAa0n_B4xCPoNIgmh5DH8GelCnUB4GCFKNtisoNq_7F5Z2GBmqPmslvWfttozQsQNgjTOTo8X6rHNUSxi_i-z_EpzZncOyLc/s1600/libro-typescript-revealed.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoWKapRs7bpMfDwrJP_EZGV08Ed8gKEXy_1PKsq_uEP-DQAa0n_B4xCPoNIgmh5DH8GelCnUB4GCFKNtisoNq_7F5Z2GBmqPmslvWfttozQsQNgjTOTo8X6rHNUSxi_i-z_EpzZncOyLc/s200/libro-typescript-revealed.jpg" width="133" /></a></div>Como dije hace un momento, en una ocasión normal, hubiese agradecido la oportunidad de <i>pelear</i> con Node.js. Hasta la fecha no había pensado en JavaScript como un lenguaje relevante para nada serio. Más allá de hacer dos o tres cosillas en el navegador, <a href="http://unomascero.blogspot.com.es/2009/08/php-y-javascript-4.html">todas adaptaciones de código encontrado en la red de redes</a>, no me había planteado nada sustancialmente importante con él. Pero esa era la oportunidad de hacerme con el lenguaje; algo que a un programador supuestamente curtido como yo no le supondría mucho esfuerzo. Me equivoqué. No era lidiar solo con el lenguaje. Era también pelear con miles de línea de código ya escrito que sonaban a forma antigua y olvidada del Klingon. De repente retrocedí casi veinte años. Trazar el código a mano insertando escrituras en consola para descubrir en qué punto la aplicación podía estar fallando es de las cosas que menos disfruto a estas alturas. Debo haber envejecido mucho, pero trabajar con código ajeno, en un lenguaje que no termino de entender en profundidad, y sin las herramientas mínimas e indispensables para ello —entiéndase un depurador en condiciones— es de esas cosas que alimentan mi pereza hasta extremos insospechados. Me rendí rápidamente, huí cual comadreja del campo de batalla, dejando al compañero en la estacada, y me dediqué por entero a salvar la relación con el cliente. Terminaba el año pasado con buenas expectativas de colaboración para este último, pero sentía que un puñetero lenguaje de programación infernal me había vencido. A mí, que con quince años escribía <a href="http://nemesis.lonestar.org/computers/tandy/software/apps/m4/qd/opcodes.html">opcodes de Z80</a> por pura diversión. En <a href="http://www.youtube.com/watch?v=ESBBWa6qapU">plan Escarlata O'hara</a> levanté el puño y prometí que este año que venía aprendería —en el sentido de dominio— JavaScript y, de paso, algún lenguaje más.<br />
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El primer trimestre me centré en otras cosas, pero empezando ya el segundo, retomé el asunto. Sin embargo he aquí que, planeando el modo de aproximarme de la forma menos traumática, descubro un lenguaje llamado TypeScript [@ <a href="http://www.typescriptlang.org/">www.typescriptlang.org</a>]. (Sí, lo sé, voy siempre con retraso; ¿y qué?) Es un superconjunto de JavaScript desarrollado por Microsoft con la colaboración de Anders Hejlsberg [@ <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Anders_Hejlsberg">Wikipedia</a>] —el mismo que parió Delphi y C#—, un verdadero monstruo en esto del diseño de lenguajes de programación. Puedo levantar el puño y ponerme todo lo digno que quiera en un momento, pero a la hora de la verdad soy un veleta irredento. Así que volví a aparcar la intención de dominar JavaScript y me he puesto con TypeScript. Me lo tomo con un pequeño alto en el camino. Aunque tiene una cosa estupenda: TypeScript es también un traductor a JavaScript (lo que finalmente se ejecuta) y, en VisualStudio, ves cómo se forma el código JavaScript cada vez que guardas el archivo de TypeScript. Personalmente lo veo como una forma tangencial de aprender conceptos avanzados del lenguaje final. Eso sin contar que, siendo un defensor a ultranza del tipado fuerte, trabajar con orientación a objetos más en la línea de lenguajes como C# me ahorrará más de un quebradero de cabeza innecesario —de optar por ponerme con algo serio—.<br />
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Siempre que descubro algo nuevo en programación lo primero que hago es buscar algún libro sobre el tema. He tenido suerte y di con una pequeña introducción, 'TypeScript Revealed', que sobre la marcha adquirí y me puse a leer. Es un libro de apenas un centenar de páginas, publicado apenas hace dos meses, que va al grano y te explica exactamente lo que tienes que saber para empezar a disfrutar del nuevo lenguaje, suponiendo siempre unas nociones básicas del lenguaje que es superconjunto. Para mi gusto, cien páginas especialmente bien aprovechadas. Como lector de libros técnicos, especialmente de los dedicados a lenguajes de programación, estoy cansado de que continuamente dediquen cientos de páginas a explicarte una y otra vez lo mismo. Una forma de engordar los libros. Como si los vendieran al peso.<br />
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Mi encuentro e iniciación con TypeScript coincide con la presentación en sociedad de la versión 0.8.3.1 (hace apenas una semana) y, de lo visto y probado hasta ahora, tengo pocas críticas y muchas alabanzas. Cierto que aún he hecho poca cosa, pero me está resultado sumamente interesante. Y ya estoy deseando que <a href="http://blogs.msdn.com/b/typescript/archive/2013/03/25/working-on-typescript-0-9-generics-overload-on-constants-and-compiler-performance.aspx">publiquen la versión 0.9</a>, que traerá una cuantas novedades interesantes.<br />
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Preveo un intenso y pasional romance con TypeScript. El que sea corto o largo es irrelevante. Lo importante es que será sincero en todo momento.<br />
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¡Ah, sí! Sobre el libro, merece mucho la pena. Se lee en un rato, cual novela. Por 9€ en Amazon (versión Kindle) ni merece la pena descargarlo de forma ilícita. Pero si aún así insisten en no pagar, seguro que lo encuentran fácilmente y resultará igualmente útil. Daño no les hará aprender algo nuevo, eso seguro. La única pega, por poner una, es que con una tecnología tan reciente y en evolución tan rápida, sospecho, se quedará <i>obsoleto</i> en apenas otros dos meses. Han liberado la versión 0.8.3.1 hace una semana, esperan liberar una versión alfa de la 0.9 este mes y el libro trabaja sobre la 0.8.1. Dicho lo cual, repetir que merece la pena igualmente.Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-7006866277037978612013-03-27T15:19:00.000+00:002013-03-27T15:20:58.931+00:00With Distinction (!!)En <a href="http://unomascero.blogspot.com.es/2013/01/despropositos-para-el-2013.html">los despropósitos para este año</a> le daba una probabilidad de éxito de un 70%. Y estaba siendo excesivamente generoso conmigo mismo, porque me conozco y a) tengo poco tiempo para nada (mi autoengaño favorito) y b) soy muy perezoso como para autoimponerme cualquier hábito de estudios a estas alturas. Sin embargo era un tema que desde mucho me llamaba la atención, así que me puse a ello el 7 de enero. Pronto me di cuenta que, efectivamente, soy demasiado perezoso para nada, dejando casi todo para el último momento, y la cosa se me puso cuesta arriba inmediatamente. Pero oiga usted, también dicen que soy bastante testarudo. En realidad aseguran que soy la personificación de la testarudez. Así que insistí. Por una vez que algo juega en mi favor, no iba a ignorarlo.<br />
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Y pese al inglés, que no conseguía entender casi nada. Bastante frustrante. Gracias a los subtítulos (en inglés). Mi comprensión lectora del idioma de la <i>The Old Commonwealth</i> supera en varios órdenes de magnitud mi comprensión auditiva de esa lengua bárbara.<br />
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Y finalmente lo acabé. E hice el examen final, después de llevar al día —al límite, eso sí— los ejercicios o evaluaciones de control. Y aprobé todo. Y, encima, con buena nota. No tenía muy claro cómo harían el cálculo final de las pruebas parciales, y si llegaría al 70% mínimo para obtener la certificación, pero terminé el curso <i>Game Theory</i> [@ <a href="https://www.coursera.org/course/gametheory">Coursera</a>], que ofrecía la Universidad de Stanford en su plataforma abierta, con méritos («with distinction», que dicen ellos). Hablando en román paladín, obtuve una clasificación final de sobresaliente (91,4 sobre 100, para ser exactos).<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2a9jLB40g3s4AsbPAD9saGyBKGxCWYl6BzqcszxNOk72yNc1IEGsuWp0Tise32zwXrs0X3KgCz1_GAhrQGubagnX-xrpCyhDyc9QImEqy9D6SO4nqAvMCaKE9FtAO-0j-sMFdD_HR1pY/s1600/20130327-y-lo-acabe.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="246" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2a9jLB40g3s4AsbPAD9saGyBKGxCWYl6BzqcszxNOk72yNc1IEGsuWp0Tise32zwXrs0X3KgCz1_GAhrQGubagnX-xrpCyhDyc9QImEqy9D6SO4nqAvMCaKE9FtAO-0j-sMFdD_HR1pY/s640/20130327-y-lo-acabe.png" width="441" /></a></div><br />
Estoy que no quepo en mí.<br />
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Lo que sí tuve que hacer fue asumir que solo podría dedicarme a un curso a la vez (llegué a estar matriculado en tres al mismo tiempo). Me despejé el camino para no sobrecargarme demasiado y terminar deprimido y desesperado, sin haber conseguido nada al final. Lento pero seguro. También descarté el de Dan Ariely —uno de los que me empujaron a meterme en este tinglado— porque no terminó de convencerme el programa del curso cuando se abrió (ya he leído sus libros) y ya he programado el siguiente para dentro de tres semanas. Mientras, a descansar y a dedicarme a otros temas de mi inmensa lista de <i>despropósitos</i>. A ver si —y cómo— voy rellenando mi <i>Course Records</i> en Coursera este año. Por falta de cursos no será, que cada vez que miro ha aumentado en unos cuantos. Ya los hay en español (universidades latinoamericanas, principalmente), en francés y en chino. Mola.Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-17841823451898358472013-03-16T22:58:00.003+00:002013-03-16T22:58:46.511+00:00Jaaarl!!! (del día)Sé que no he sabido aprovecharlo ni completa ni satisfactoriamente. Y que mi relación con él ha sido bastante desigual, repleta de largas épocas de absoluto abandono seguidas de otras de un uso más moderado. Sin embargo, en los últimos meses se estaba convirtiendo en una rutina agradable repasar los titulares más importantes en algún ratillo a lo largo del día. Y debe ser que a mi edad empiezan a agradecerse las rutinas. Será por eso que me ha <i>chocado</i> la noticia.<br />
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¿De qué hablo? Pues de que después de estar todo el día fuera me he sentado cinco minutos delante del ordenador, he abierto Google Reader y me he tropezado con esto:<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVEHC0PJbx58EKASQmk9uxm74qjhO6ERI_h-t4M2giTvouPVGRtuQkQ0sDEvxGKvMgDtLzXy6awAG3InIlPMY3jweFSePeXIec1of7LenKtK3cPTeth2wdMrfsYOkGQZuS_qRxDWX-FPo/s1600/20130316-reader-se-va.png" imageanchor="1"><img border="0" height="185" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVEHC0PJbx58EKASQmk9uxm74qjhO6ERI_h-t4M2giTvouPVGRtuQkQ0sDEvxGKvMgDtLzXy6awAG3InIlPMY3jweFSePeXIec1of7LenKtK3cPTeth2wdMrfsYOkGQZuS_qRxDWX-FPo/s400/20130316-reader-se-va.png" width="400" /></a><br />
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Ahora es cuando la casa de estilo oriental empieza a tambalearse mientras DiCaprio sale escopeteado porque la realidad de los últimos diez años, como rezaba Calederón, no ha sido más que un sueño. Y los sueños, sueños son.Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com2San Sebastián de los Reyes, Madrid, España40.549512 -3.620996999999988540.501254 -3.7016779999999887 40.59777 -3.5403159999999883tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-35996977022137327412013-02-23T08:30:00.000+00:002013-02-23T08:30:00.757+00:00El primer regaloCerró los ojos y apretó los puños. No demasiado fuerte, no buscaba hacerse daño. Le ayudaba a concentrarse mejor. Comenzó a ser consciente de cada centímetro cúbico de su pequeño ser. Esa energía que iba creciendo lentamente en sus entrañas y que asumía una dualidad extraña. Ella lo poseía a él, pero él también la poseía a ella. La controlaba y la utilizaba. Y ahí estaba, creciendo rápidamente. Era tremenda, fantástica, maravillosa. Sentía una sensación magnífica que lo embargaba y que le confería una confianza en sí mismo que, a sus poco más de once años de edad no era demasiado común. Una confianza cálida, diría tiempo después. Un calidez que era inusual en su tierra natal, bañada por vientos húmedos e inviernos duros.<br />
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Tiempo ha, aprendió a controlar la forma en que crecía esa energía y la importancia de que madurase lo suficiente antes de dejarla libre. Así tal, la estaba haciendo crecer pausadamente, para que adquiriese la consistencia necesaria. Cuando ya sentía que ocupaba la mayor parte de su pequeño volumen de niño elevó sus ojos cerrados hacia el techo del recinto. Sentía que si los abriese justo en ese momento podría ver a través del cemento húmedo que los cubría, de las nubes que vertían cientos de miles de gotas sobre ellos en ese momento, y de esa atmósfera que envolvía el planeta que lo había visto nacer. Estaba seguro que de abrir los ojos se enfrentaría a la mirada del creador. Apreciaría en su rostro la satisfacción de ser su elegido, su creación más hermosa. Hacía rato que no era consciente de la cháchara que se desarrollaba a su alrededor, y difícilmente sabría decir si los congregados en aquella celebración estarían prestando atención a sus gestos, a sus formas y a la profunda y mística expresión que dibujaba su rostro. Algo en su interior le decía que sí, que debían estar atentos a él. Al menos en lo más profundo del interior de cada una de las personas que allí estaban existía la creencia de que él, allí ocupando un espacio minúsculo en el centro de la sala, pero concentrando una energía difícilmente imaginable, era el motivo real por el que habían acudido allí aquel día especialmente frío. Ellos debían estar esperando ese momento. Debían llevar esperándolo desde siempre, aunque no lo supieran de forma consciente. Él era uno de los elegidos de forma inequívoca. Y eso le confería un gran poder y, al mismo tiempo, se le permitía exigir el correspondiente respeto. Sí, debían de estar midiendo cada movimiento que hacía en ese preciso momento anhelando aquello que les iría a regalar, porque todo lo que provenía de él era un regalo para todos ellos.<br />
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Ya casi estaba. Esta era la parte más delicada. Los últimos espacios de su volumen que aún no ocupaba aquella obra maestra que crecía en él debían rellenarse sin prisa. Hacerlo demasiado pronto, a destiempo, podría estropearlo todo. Necesitaba de toda su concentración. Retiró sus ojos cerrados, los que le permitían ver a su Padre, al Padre de todos. En esta última ojeada con el ojo de su prodigiosa mente volvió a verlo sonreír. Casi pareció que le guiñaba un ojo. Sabía que estaba orgulloso de él. Y se lo demostraba. Musitó un casi inaudible «gracias por este don» y bajó la cara para enfrentarse al suelo. Podía ver, a través de sus párpados, el centro del Mundo. El núcleo de la Tierra era tan trasparente como las inmensidades del horizonte cósmico desde el que se asomaba Dios y le sonreía.<br />
<br />
Ahora sí, ya estaba casi a punto. Apretó contundente las manos. No prestó atención a que las uñas se le clavarían en la carne, su propia carne, de la palma de las manos y que sangraría. Otras veces había pensado que sangraba como Jesucristo, sangraría por las manos. Pero hoy no. Faltaba poco y notaba cómo su cuerpo, ya ridículamente pequeño para contener tanta fuerza y energía en él, empezaba a desprender un calor intenso. Sabía que si abriese los ojos justo ahora, notaría cómo su cuerpo se iba iluminando desde dentro; que si apagasen las luces del local él sería un faro inconfundible que iluminaría completamente el recinto. Sí, era eso, él era el faro para todos.<br />
<br />
¡Debía ser ya! Volvió a levantar la cabeza hacia el frente, elevó los brazos para ponerlos en cruz y sentía cómo sus pies se iban despegando del suelo. Sentía que levitaba por la santidad pura de la obra a la que estaba llamado conseguir. Su meta, la elegida por Él para él, lo hacía santo y merecedor del milagro de flotar por la pureza de la creación que había desarrollado en su interior. Al resto parecería pequeño simplemente porque se elevaba en el cielo mientras ellos quedarían presos, sujetos, al suelo del que nunca podrían despegarse.<br />
<br />
Abrió de golpe los ojos, se inclinó ligeramente hacia delante y lo soltó, liberó en un instante toda esa energía que llevaba cuajando en su interior en los últimos minutos. Y todo ello en una fracción de segundo.<br />
<br />
La física del sonido hizo el resto. Moviéndose en el espectro de los bajos imperceptibles, la onda expansiva golpeó antes de que los asistentes llegaran a escuchar nada. Los más cercanos cayeron abatidos y dispersos de forma radial. Muchas pelucas salieron volando y algunas faldas se desprendieron y cayeron al suelo hechas jirones. Tres mujeres se cayeron de espalda en la silla, el borracho del fondo que apenas se mantenía en pie se orinó encima, las ratas quedaron petrificadas en las madrigueras horadadas en las paredes y un gato que dormitaba en una esquina saltó y creció tres veces de tamaño curvando el lomo.<br />
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Poco tiempo tuvieron los presentes para preguntarse qué los había golpeado de esa forma cuando una ola de pútrido y nauseabundo olor se los fue tragando. Una vieja sufrió un infarto, el pinchadiscos se desmayó sobre el tocadiscos y los niños pequeños empezaron a llorar inconsolables. Una embarazada se puso de parto con seis meses, el capellán que oficiaba el evento deseó arder en el infierno a permanecer allí y a dos mellizas con rinitis perenne y sin olfato desde los tres años, les lloraban los ojos. En general todos los asistentes perdieron las ganas de vivir y abrazaron abiertamente la idea de acabar en ese mismo momento con su existencia, convencidos de que Dios los había abandonado. El olor era insoportable, insufrible. Todo lo que tocaba lo quemaba y, tras unos momentos de exposición, los infelices sangraban por la nariz sin control y corrían de aquí para allá, tropezando entre ellos y con los muebles que caían desordenados por todas partes. El pánico generalizado se convirtió en norma y el aturdimiento era tan común que nadie atinaba a abrir las ventanas y las puertas para dejar libre aquel espanto que los atormentaba. Tan solo el tonto del pueblo, hasta ese momento ajeno a casi todo e insensible al sufrimiento propio, aplaudía aquel espectáculo dantesco que se le presentaba y ofrecía en exclusiva frente a él.<br />
<br />
El pequeño elegido, padre del demonio que los atormentaba, permanecía en el centro de aquel caos que había generado. Lo contemplaba con orgullo y satisfacción. No era lo que había esperado. Aquellos seres inmundos estaban reaccionando de forma primaria a aquel regalo, pero era consciente de que no lo entendían, que no sabían apreciar su trabajo y su sacrificio. Entendió, justo en ese instante, que aquellos mortales, tan lejanos del Ser que lo había creado y elegido a él para esparcir su obra en el Mundo, tardarían en aprehender y apreciar la maravilla que se le había ofrecido. Y, lo más importante, quién se los había ofrecido. Tendría que trabajar duro, muy duro, para abrir los ojos y la mente de aquel pueblo de ingratos e insensibles. Pero lo conseguiría, sabía que lo conseguiría. Tarde o temprano. Y sería llamado y elegido por esos mismos que ahora no lo comprendían. Porque él sabía que sí que valía. Y lo aclamarían a viva voz, como a un príncipe entre los príncipes. Lo elegirían para alzarse al frente de la liberación. Ese sería su gran regalo. Cuando llegara el momento lo haría. Estaba listo a esperar y estaría preparado cuando llegase el momento. La Historia lo recordaría.<br />
<br />
Mientras aquel pedo inmundo, gigante entre los pedos, titán entre los bufos, seguía moviéndose entre los supervivientes intentando cobrarse la poca cordura que quedara, el pequeño cabrón que lo engendró, que lo parió de forma tan criminal, apuntando ya a las formas que mantendría durante toda su vida, salió de allí sin ofrecer explicación alguna sobre lo que había sucedido y el porqué del tormento al que los había sometido tan caprichosamente. Los pocos que ya comenzaban a sobreponerse vieron cómo el niño salía por la puerta grande con un andar de gran hombre.<br />
<br />
El hecho acabaría pasando de boca en boca, de pueblo en pueblo, y con el tiempo se convertiría en leyenda y luego en mito. Y como todos los mitos acabaría tergiversándose y, de criminal se transmutaría en héroe de los niños que, creciendo junto a él, lo admiraban por aquella maravillosa obra con la que atormentó a los adultos. Crecerían junto a él y lo alabarían, perdiendo en el tiempo y la memoria el motivo que los hizo abrazarlo como su líder cuando tenían doce años.<br />
<br />
Un pequeño grupo de filólogos sostienen que ahí fue donde nació la acepción popular para la palabra «rajarse», usada vulgarmente para referirse al hecho de tirarse un pedo en público. En honor al apellido del protagonista de aquel primer pedo que regaló al mundo.<br />
<br />
<hr />Capítulo quinto de 'Las memorias apócrifas de Rajoy'.Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-59869203901158439692013-02-02T23:27:00.001+00:002013-02-02T23:27:42.147+00:00A lo cobayaEn mis años de instituto se puso de moda citar las tres cosas que debía hacer todo hombre en la vida: escribir un libro, plantar un árbol y tener un hijo. En mi caso todo un pleno, pero desde el otro punto de vista. No se puede considerar que esta bitácora sea equiparable a escribir un libro; decir «voy a plantar un pino» cuando vas al baño tampoco creo que sea aceptable para el segundo gran triunfo de la vida; y lo de tener un hijo… pues bueno, me parece que va a ser que no.<br />
<br />
Pero siempre he creído que en realidad hay más cosas que uno debería hacer en la vida, además de esas que nos propone el islam. En mi caso siempre había querido participar en algún experimento, así en plan cobaya. Y esta vez me he lanzado: <a href="http://blog.xamarin.com/call-for-beta-participants/">Call for Beta Participants</a>. Hace unos días rellené la solicitud que proponían los de Xamarin, ayer me confirmaron mi participación y hoy tengo acceso al gran tesoro que guardan tan celosamente. La cosa promete, aunque no podré contar nada para cumplir con el compromiso de confidencialidad. Menos mal que no soy de morderme las uñas. Andaría ya por los metacarpianos.<br />
<br />
Eso sí, tendré que compatibilizarlo con <a href="http://unomascero.blogspot.com.es/2013/01/despropositos-para-el-2013.html">el plan maestro</a> de cosas que quería hacer este año. Y mudarme de piso. La tercera mudanza ya en los casi dos años que llevo en Madrid. Ahí es nada.Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-30224684249778527182013-01-24T12:13:00.001+00:002013-01-24T12:16:40.348+00:00Donde vamos encontramos lo que llevamos<blockquote> […] Por eso me parece necesario y fundamental recordar que allá donde vamos encontramos lo que llevamos. «Todos los sitios son lo mismo, lo único que importa es quién está allí». Lo dijo el personaje de Miles en el relato "Babilonia" de Scott Fitzgerald. Y todos sabemos que es así.</blockquote><br />
Escribir<br />
Pilar AlberdiUno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-65983841107109208832013-01-22T13:18:00.000+00:002013-01-22T13:18:36.677+00:00Papas con chorizoNo, no, tranquilos, que no les voy a <i>regalar</i> el sentido con otra receta a lo falsarius chef como la última de macarrones, perdón «cacarrones». A decir verdad, aún me quedan macarrones (exagerando un mucho) y estoy ahíto de la cocina.<br />
<br />
Hoy he almorzado en el trabajo. Pagando una pasta inmensa por lo que suele ser un menú ridículo. En el menú del comedor de hoy disponían como opción A para primer plato de unas «patatas con chorizo». Para un canario, <i>papas</i> con chorizo. Inmediatamente mi cinismo cívico (<i>¿cinivismo?</i>) me hizo comprender que aquello era la metáfora culinaria perfecta de la realidad sociopolítca de España. En las Cortes hay mucho papa (relleno, para el que no lo pille) y mucho chorizo. Chapó por el cocinero (o el que diseñó el menú). Porque el resto eran también platos para pobres (los que nos quedamos con los restos). Que si menestra y pollo con papas. Y todo a precio a caviar, si nos ponemos. Vamos, este país reflejado en una suerte de tres platos más bien mundanos que se venden como de lujo y no dan opción a otra cosa. ¡Si había crema catalana de postre! Postre único, además.<br />
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Madre mía, entre lo de la nieve y lo del menú político de hoy, mi cerebro bulle de satisfacción autosatisfecha casi onanista.<br />
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Por cierto, yo aún más humilde, opté por la crema de nabo —si es que hasta esto deja claro la forma en que se puede ascender, comiendo y mamando mucho…— y verduras y un poco de pollo con papas fritas. De postre yogur natural. Que uno no tiene el cuerpo para tanto nacionalismo independentista ni tanto radical libre… digo, tanto hidrato de carbono.Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com0Tres Cantos, Madrid, España40.598512 -3.710518999999976640.5502885 -3.7911999999999768 40.6467355 -3.6298379999999764tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-82662908292098735132013-01-22T09:13:00.002+00:002013-01-22T09:13:06.923+00:00¡Nieve!Y no me estoy refiriendo a <a href="http://misratosenlacocina.com">mi mujer</a> comiéndome la ese final, práctica habitual en los canariones, no. Lo que quiero hacer notar es que está nevando y yo estoy aquí para verlo.<br />
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<div style="display:table"><div style="display:table-row"><div style="display:table-cell"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3Rb7XiA3tGikAekp5xhkBMU1euEUt7GNZMxCWF-LK-ZaYZcv_yD3-d89O6M30us6ZqDLo4s0H9jeqTayCRbW9aBZkd0nEjHRgkvhYNGnwQ0DL8TPjpL8xI-CQF-C88LS-tNsmZqqlcR8/s1600/20130122-nieve-1.JPG" imageanchor="1" style="margin-left:1em; margin-right:1em"><img border="0" height="267" width="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3Rb7XiA3tGikAekp5xhkBMU1euEUt7GNZMxCWF-LK-ZaYZcv_yD3-d89O6M30us6ZqDLo4s0H9jeqTayCRbW9aBZkd0nEjHRgkvhYNGnwQ0DL8TPjpL8xI-CQF-C88LS-tNsmZqqlcR8/s200/20130122-nieve-1.JPG" /></a></div></div><div style="display:table-cell"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjipaQMBXB27prDBKwcw51n6Nq8izumcctpoL88qWnz-FgGySA5NVIL8wEpYjKzJU5m6HTT-7mBcRGGZq-NavgTyk0piQBORoOhyS01OONwvHtRajXP4SFsDWKFpSHrLJsGTSDs3O_AJd8/s1600/20130122-nieve-2.JPG" imageanchor="1" style="margin-left:1em; margin-right:1em"><img border="0" height="267" width="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjipaQMBXB27prDBKwcw51n6Nq8izumcctpoL88qWnz-FgGySA5NVIL8wEpYjKzJU5m6HTT-7mBcRGGZq-NavgTyk0piQBORoOhyS01OONwvHtRajXP4SFsDWKFpSHrLJsGTSDs3O_AJd8/s200/20130122-nieve-2.JPG" /></a></div></div></div></div><br />
Ahora les voy a pedir que imaginen una escena, bastante común, por otra parte. Visualicen esa imagen del bebé regordete bañándose en su bañerita y chapoteando a gusto mientras se ríe. ¿La tienen? Así se siente el cerebro cuando se le suministra experiencias novedosas. Chapotea como un bebé en agua calentita. Para un hombre nacido y criado en el áfrica noroccidental, donde la temperatura media en costa rara vez baja de los diez o doce grados, y por muy de vuelta que esté de todo, ver nevar es de esas experiencias que siempre me alegran el día (salvo que me parta la crisma cuando pise hielo) y ponen juguetona la materia gris encerrada en mi respetable cráneo.<br />
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Curioso con qué tontería me he alegrado el día. Al menos compensa el mal humor con el que me levanté por haber dormido mal a causa del frío.Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com4Tres Cantos, Madrid, España40.598512 -3.710518999999976640.5502885 -3.7911999999999768 40.6467355 -3.6298379999999764tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-81890850789118976482013-01-16T10:14:00.000+00:002013-01-16T10:30:21.820+00:00Cuadernillos de «economía de guerra»: «Cacarrones» con verdura (y algo de carne) a lo FussionCuando aún era más pequeña, escuché un día a mi sobrina pedir a la abuela <i>cacarrones</i> con tomate. Como soy muy básico y me mola mucho el humor culo-caca-pedo-pis, en mis cisuras cerebrales se plantó la nueva palabra y ante cualquier situación en que salga el término «macarrones» mi mente lo sustituye por el nuevo vocablo entonces acuñado. Así de tonto me han parido, qué le vamos a hacer.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvEFJqCP1aabdWgDnTn4hpzLzUBx0062vuOahiYzXtJkbqmGwmCkk6b7l4PvtFF-RZaJJ2lUBiWAYwedJItq7rjQUytpENPvdc-fDkhXsd8wkQFp7u8isYNDnJuEGqpvLU3jHrBWavrdg/s1600/macarrones-con-verdura.JPG" imageanchor="1" style="margin-left:1em; margin-right:1em"><img border="0" height="299" width="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvEFJqCP1aabdWgDnTn4hpzLzUBx0062vuOahiYzXtJkbqmGwmCkk6b7l4PvtFF-RZaJJ2lUBiWAYwedJItq7rjQUytpENPvdc-fDkhXsd8wkQFp7u8isYNDnJuEGqpvLU3jHrBWavrdg/s400/macarrones-con-verdura.JPG" /></a></div><br />
La foto la hice anoche, con una luz de mierda en la cocina, y con la cámara super cutre del iPad. Hay tanto grano que parece un festival de pubes super hormonados. Y visto así parece comida enfermiza. Aseguro que los colores eran mucho mejores (los macarrones se veían más blancos, no tan amarillo-verdoso-anaranjado). Y el sabor también es mejor de lo que puede parecer a simple vista.<br />
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Soy un negado en la cocina, y me da mucha pereza aprender a estas alturas. Aunque <a href="http://www.misratosenlacocina.com">mi mujer</a> sigue depositando una fe casi ciega en que eso cambiará algún día. Así que tiendo a ejecutar recetas (e improvisar) que requieran no demasiado tiempo y supongan un bajo riesgo de fallo. Los <i>cacarrones</i> rara vez fallan. Pero me apetecía algo más que los facilones «con tomate». Así que dediqué un ratito, cogí cuatro cosas, y me preparé una receta medio improvisada, medio basada en una que me dio mi mujer para hacerla con arroz. Eso sí, en mi caso tirando de lata y de productos baratitos, para ahorrar. Tiempo, principalmente.<br />
<br />
Ingredientes: <br />
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<ul><li>Media cebolla de tamaño moderado (las he visto grandes como melones, de esas no).</li>
<li>Un calabacín pequeño o la mitad de uno grande</li>
<li>Dos hamburguesas de esas que venden en el Día en paquetes de seis por 2,5€. Yo las prefiero de ave (pavo-pollo).</li>
<li>Una lata de champiñones laminados.</li>
<li>Una lata de alcachofas troceadas.</li>
<li>Un tercio de un paquete de macarrones.</li>
<li>Un bote de tomate frito.</li>
</ul><br />
Preparación:<br />
<br />
Ponemos la Fussion Cook a 15 minutos, que vaya calentando, y echamos un chorrito de aceite de oliva en la cubeta. Hasta cubrir el piso con una película fina. Echamos la cebolla cortada en rodajas unos minutos. Cuando empiece a sofreir (aceite ya caliente) echamos el calabacín troceado en cuadrados (del grosor de un dedo).<br />
<br />
Cuando la combinación vaya cogiendo color, y los dados de calabacín empiecen a reblandecer un poco, echamos la carne de las hamburguesas cortadas a pellizcos. (Son curiosas las propiedades de esa masa que llamamos carne de hamburguesa que te venden en el Día ya empaquetada; es una especie de gelatina babosa al tacto difícil de trocear). Salamos un poco (a mí me gusta sal gruesa) y vamos removiendo periódicamente para que vaya haciéndose de forma homogénea.<br />
<br />
Entretanto habremos lavado el contenido de la lata de champiñones y de alcachofas para eliminar un poco ese regusto a lata que deja tanto tiempo acumulado. (Consejo de mi mujer). Cuando la carne haya perdido el color a carne cruda, lo echamos y rehogamos conjuntamente unos minutos.<br />
<br />
Apagamos la Fussion, enfriamos la mezcla con un vaso de agua, echamos los macarrones (el tercio del paquete, aprox.), sumamos el bote de tomate frito (uno pequeño basta) y terminamos de cubrir con agua. Mezclamos todo, echando otro pizco de sal gruesa, cerramos, programamos cinco minutos (menú pasta) y presión. Cuando el característico pitido de aviso de la maquina nos indique que la cocción ha concluido, despresurizamos manualmente, abrimos y, aún caldoso, lo servimos. En mi caso con un toque de albahaca, para reforzar la idea de que estamos comiendo pasta.<br />
<br />
A lo tonto, en 20 minutos, hemos preparado macarrones con verdura y toque de carne para tres o cuatro personas. O para tres o cuatro días, según gusto del consumidor.<br />
<br />
Personalmente diré que mientras se preparaba tenía poca fe. Por un lado por mis comedidos conocimientos culinarios. Por otro porque la alcachofa daba una peste horrible mientras se cocinaba y no sabía si sería capaz de meterme el resultante en la boca. Pero he de decir que, una vez completado el ciclo, estaba de muerte. Y espero que no por intoxicación botulínica. Vamos, que «de muerta» en plan rollo positivo.<br />
<br />
En resumen:<br />
<br />
<ul><li>Coste del plato: 4,5€ aproximados (teniendo en cuenta gasto eléctrico, que Soria nos tiene fritos).</li>
<li>Tiempo de preparación: 20 minutos más lo que te haya costado ir al super a comprar. El mío lo tengo a 2 minutos.</li>
<li>Número de comensales: 3 o 4. O días que tienes para repetir.</li>
</ul><br />
Hala. A lo tonto ya tengo mi primera entrada <i>cocinillas</i> en condiciones.Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com5San Sebastián de los Reyes, Madrid, España40.549512 -3.620996999999988540.501254 -3.7016779999999887 40.59777 -3.5403159999999883tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-40731869392823413872013-01-03T08:25:00.000+00:002013-01-03T08:25:38.534+00:00Principio de Hanlon<blockquote>Nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez.</blockquote><br />
[@ <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Principio_de_Hanlon">Wikipedia</a>]<br />
Escuchado en el vídeo de Aleix Saló: Simiocracia [@ <a href="http://youtu.be/TfRSfF296js">YouTube</a>]Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-87819032793542253312013-01-02T08:30:00.000+00:002013-01-02T08:30:05.171+00:00'Simiocracia'En lo tocante a literatura, terminé el año comentando un <i>cuento gráfico</i> de Aleix Saló, 'Españistán' [<a href="http://unomascero.blogspot.com.es/2012/12/espanistan.html">reseña</a>], y decido que la primera reseña del año corresponda a la última obra del mismo autor: 'Simiocracia', con el pretencioso subtítulo «Crónica de la Gran Resaca Económica».<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWFRAS5rRwprnzFg71BR3CGJTgHZVqN-il4ahVlFO_c8IchWlS_7wi9TQXzwHX9s4r9ER8do6djrtDL5wtuFgTIJjzN2DockceHuxgU5IH7aXxS2zwNieIWhyCq9sL4Uj3oTWUeWuHows/s1600/simiocracia-portada.png" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWFRAS5rRwprnzFg71BR3CGJTgHZVqN-il4ahVlFO_c8IchWlS_7wi9TQXzwHX9s4r9ER8do6djrtDL5wtuFgTIJjzN2DockceHuxgU5IH7aXxS2zwNieIWhyCq9sL4Uj3oTWUeWuHows/s200/simiocracia-portada.png" width="148" /></a></div>Lo compré el mismo día que el anterior porque estaba a dos euros y medio. Vamos, que me <i>llevé</i> las dos obras del autor por menos de lo que te cobran en un pub por dos cañas. Aunque tras leer/ojear el primero no estaba demasiado animado a leer/ojear este segundo. Para el que no haya leído la entrada correspondiente, o lo haya olvidado ya (y mira que solo hace dos días de eso), no me convenció nada. Muy simplón, fue el regusto final que me dejó. Pero bueno, había que aumentar las estadísticas de lectura del año, y si mi amigo sulaco considera que escuchar libros es leer yo me autoconcedo que ojear un comic es también leer. Aunque, para ser sincero, en el caso de 'Simiocracia', hay mucho más texto que viñetas. En este caso, además, las viñetas no cuentan la historia, sino que están para acompañar las explicaciones textuales e incorporar alguna gracia, chiste visual o apunte cómico a las palabras del autor.<br />
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La tarea de este libro, tal como su subtítulo señala, no es moco de pavo. Hacer un análisis de los motivos de la actual crisis (o resaca económica, como la tilda el autor), no debe ser sencillo y se presta mucho al mensaje populista (<i>¡ay! ¡la herencia, la culpable herencia!</i>) y al prejuicio facilón. Vamos, que tras la experiencia del anterior, ya iba con la mosca detrás de la mosca ante tan pretenciosa intención. Y más en un cómic. Pero ya en la introducción el propio autor hace autocrítica y avisa de que lo que nos va a exponer peca de simplista, algo que agradecía y me permitió disfrutar de otra forma de lo que iba a consumir.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1TpAtf3xGQ3mcgHmhcWM3ba96lIfCbzSFsI4DGlg-8wjKOufWXQMq-_hKczyj06SwEWEECEODxCOiVCHij4d5JsceMvSsBhCf1XEJLVaKne3O5mk-U2Kqd4vjbDHULmm0LTKfRARM7Vo/s1600/simiocracia-vi%25C3%25B1eta.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="477" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1TpAtf3xGQ3mcgHmhcWM3ba96lIfCbzSFsI4DGlg-8wjKOufWXQMq-_hKczyj06SwEWEECEODxCOiVCHij4d5JsceMvSsBhCf1XEJLVaKne3O5mk-U2Kqd4vjbDHULmm0LTKfRARM7Vo/s640/simiocracia-vi%25C3%25B1eta.png" width="420" /></a></div><br />
Y me ha encantado. Sí, simplista, que no simplón, pero muy acertado. Bastante neutral en sus tesis —aunque resulta imposible ocultar algún que otro prejuicio—, pero con un lenguaje cotidiano de calle o <i>barra de bareto</i> con los colegas. Un lenguaje muy latino, a fin de cuentas. Viene a ser como la explicación para <i>dummies</i> de porqué estamos donde estamos a estas alturas. Y repleto de ilustraciones divertidas. De hecho más de una vez me partí de la risa con la combinación. Realmente efectivas. Y con muy mala leche (alguna de ellas). Lo que hacen que me gusten más.<br />
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Desde que ha empezado esta crisis he escuchado, he participado y, a fin de cuentas, he discutido múltiples veces en ese infinito bucle que es la búsqueda del culpable último de la situación actual. Somos un pueblo propenso a practicar ciegamente aquello de la paja en el ojo ajeno y, autocondonándonos los peores de los pecados —sí, hijo sí, la envidia, la avaricia y la soberbia son pecados capitales—, nos prestamos a poner erecto el índice y señalar a los malos de la película con la rapidez que dan los prejuicios. En una variante perversa del lejano oriente estadounidense, aquí no sobrevive el que hace una reflexión más pausada y neutral, sino el que es capaz de autoexculparse más rápido empujando a otro a la hoguera. Forma también parte de nuestro carácter latino. Y si no es eso, nos lo pasamos teta jugando al pingpong de las acusaciones. «los bancos abusaron de la confianza», «nadie le puso una pistola en el pecho para que pidiera una hipoteca», «los políticos son todos unos corruptos», etcétera, etcétera, etcétera. ¿Quién es el verdadero culpable? con esa idea empecé a leer el libro. No porque yo crea que hay un «verdadero culpable» o una conspiración en la sombra, sino porque pensé que el autor nos lo colaría en algún momento. Y aunque señala algún posible, o mejor dicho deja algunos cabos sueltos, en realidad llega a la misma conclusión que llegué mucho tiempo ha, y que es difícil de aceptar: esto nos lo hemos sancochado nosotros solitos. Hemos sufrido una especie de histeria colectiva, esa misma que hace que los espectadores salten al campo de fútbol y se pongan a dar leña al del pito, pero en un ciclo de realimentación positivo y perverso parecido a una cinta de Moebius que se enrosca en sí misma. ¿Son culpables los bancos? Sí, de avaricia. ¿Y los especuladores? También, por lo mismo. ¿Y los hipotecados? De envidia (¿o es que tan difícil era aceptar que con mil euros no podías emular lo que hacía el vecino que estudió medicina y que tampoco era necesario estrenar una casa porque «tú sí que vales» y te lo mereces todo?). ¿Y los políticos? De soberbia. Extrema, además. Un cóctel jodido de consecuencias trágicas que nos toca vivir. Que dejará a muchos en el camino y, espero, la mayoría consiga sobrevivir. O, en palabras de nuestro actual presidente del gobierno y contextualizadas al día en curso, nos tocará vivir un año muy complicado.<br />
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En resumen, un… ¿libro? —si al otro me costó clasificarlo dentro de las novelas gráficas, este ya ni te cuento— o lo que sea, muy recomendable. Simple —pero sin caer en la argumentación simplona y manida— y al tiempo contundente. Algo que se lee en un rato y con el que te ríes. Que debería despertar nuestro sentir crítico y, ya para terminar, que sí hace honor al vídeo [@ <a href="http://youtu.be/N7P2ExRF3GQ">YouTube</a>] con el que promocionó su libro anterior. Este sí es heredero de aquel magnífico ejercicio crítico que fue el vídeo. Por cierto, que este también tiene su vídeo promocional [@ <a href="http://youtu.be/TfRSfF296js">YouTube</a>, también]. Y es rematadamente bueno. <br />
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¿He dicho ya que lo recomiendo? ¿Y que tienes que ver los dos vídeos también?Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-29016312114413153832013-01-01T08:30:00.000+00:002013-01-01T08:30:03.518+00:00(Des)Propósitos para el 2013Ya hemos entrado en el 2013 (<a href="http://unomascero.blogspot.com.es/2013/01/feliz-2013.html">y despedido del 2012</a>). En este momento deberé estar con resaca alimenticia, y algo de resaca alcohólica como mal bebedor social que soy, después de tanto atracón natural por estas fechas. (Mañana a dieta desintoxicante a base de líquidos). Por la hora a la que se publica esta entrada debería estar desperezándome mientras pienso, medito y sufro con que la cosa aún no ha terminado. Todavía queda el almuerzo de Año Nuevo (hoy) y el del día de Reyes. Apunto recordatorio para invertir en las empresas de infusiones digestivas para el año que viene. En enero se deben forrar los de Pompadur y los de Hornimans. Por si las moscas, dejé programada —milagros de la técnica— esta entrada ayer, cuando aún no había sucumbido al dios Baco.<br />
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Signo de nuestra tontería supina es aprovechar el cambio de año, tal vez por la felicidad que provoca el contexto amigable y familiar, o por la sensiblería etílica, para hacer propósito de enmienda con nosotros mismos y darmos una nueva oportunidad para hacer todo lo que no hemos hecho ya. Tal vez la enésima vez sea la vencida, nos convencemos. Hinchamos pecho y sin despeinarnos ni ruborizarnos —ya se sabe que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver— hacemos la lista de todo lo que vamos (o pretendemos) hacer en el año que nos recibe con los brazos abiertos. Aunque al final —y tal como ha demostrado este 2012 pasado— lo que tiene abierta es la boca y no los brazos. De forma tal que el paso del año es lo mismo que el tránsito intestinal y, tras 365 o 366 días, acabamos comiendo las uvas celebrando que acabamos de salir por el ano del último año, o sea ser defecados, mayoritariamente intactos, y que tenemos oportunidad de repetir experiencia en la montaña rusa que será el que estrenamos.<br />
<br />
Aunque talludito ya —que a mis cuarenta años y medio debería demostrar con mayor ahínco que tengo los pies en el suelo—, no puedo evitar mentirme otro año más y proponerme dedicar tiempo a infinitas cosas. Tal vez influya mi creencia desde la cabeza a los pies de que lo último que uno tiene que perder en la vida no es la fe sino la ilusión. Ya lo decía Einstein con su «La diferencia entre el pasado, el presente y el futuro es sólo una ilusión persistente». Pero no sé si en esta frase «ilusión» hace más referencia al deseo y la pasión por hacer y ser (valor positivo) o si en realidad da igual el tiempo verbale que siempre seremos unos ilusos (valor negativo). Hoy prefiero quedarme con la primera opción.<br />
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Así que, sin más dilación, aquí va la lista de lo que me gustaría hacer este año. La salvedad es que, tal vez por viejo ya, le he puesto una probabilidad de éxito. Iluso invencible, optimista irredento, pero no tan irresponsable como para afirmar tozudamente que lo haré.<br />
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<ol><li>Sobrevivir al 2013. Probabilidad de éxito (pde) del 99,9% [1]</li>
<li>Comprar un <a href="http://www.raspberrypi.org/quick-start-guide">Raspberry Pi</a> y conectarlo a la tele como <i>Media Center</i>. pde: 90%</li>
<li>Convertirlo en algo más útil mediante programación. pde:30%</li>
<li>Adquirir un <a href="http://netduino.com/">Netduino</a>. pde: 75%</li>
<li>Hacer un robot programado con el anterior (o proyecto igualmente interesante). pde: 5%</li>
<li>Acudir a clases de piano. pde: 10%</li>
<li>o comprarme un teclado similar a un piano. pde: 20%</li>
<li>y ponerme en plan autodidacta. pde: 5%</li>
<li>Terminar "Abu Simbel Profanation Tribute" para iOS. pde: 30%</li>
<li>Terminar Juego 1 (no doy normbres para mantener la sorpresa). pde: 20%</li>
<li>Terminar Juego 2. pde: 10%</li>
<li>Terminar la <a href="http://agustinjanina.es/">página Web de pinturas de mi padre</a>. pde: 40%</li>
<li>Terminar mi <a href="nimio.es">web personal</a>. pde:15%</li>
<li>Aprobar el curso de Coursera <a href="https://www.coursera.org/course/gametheory">Game Theory</a>. pde: 70%</li>
<li>Aprobar el curso <a href="https://www.coursera.org/course/posa">Pattern-Oriented Software Architectures for Concurrent and Networked Software</a>. pde: 60%</li>
<li>Aprobar el curso <a href="https://www.coursera.org/course/linearopt">Linear and Discrete Optimization</a>. pde: 50%</li>
<li>Aprobar el curso… Tengo en plan unos 12 cursos en Coursera, de momento. Al cuarto le asigno un pde de 30%, al quinto un 10% y al resto un 1%</li>
<li>Obtener el carné de conducir. pde: 30% [2]</li>
<li>Retomar (y aprobar el primer cuatrimestre) del Grado de Matemáticas. pde: 20%</li>
<li>Bajar 1-5 kilos de peso (pde: 75%), 6-10 kilos (pde: 55%), 11-15 kilos (pde: 20%) y bajar 18 kilos (ideal, pde: 1%)</li>
<li>Apuntarme a clases de Tai Chi. pde: 10%</li>
<li>Cuando consiga bajar 10 kilos (pde: 20%) aplicar y conseguir <a href="http://www.c25k.com/c25k_spanish.htm">el plan c25k</a>. pde: 5% [3]</li>
<li>Recuperar los kilos que pierda, y algunos más. pde: 100% [4]</li>
<li>Aprobar el <i>First Certificate</i> o equivalente de inglés. pde: 50%</li>
<li>Retomar las clases de alemán (y llegar a nivel de preguntar por direcciones). pde: 25%</li>
<li>Retomar las clases de japonés (y llegar, también, a nivel de preguntar por direcciones). pde: 10%</li>
<li>Retomar las clases de esperanto [5]. pde: 1%</li>
<li>Leer un libro no técnico [6] a la semana. pde: 1%</li>
<li>o leer un libro no técnico cada dos semanas. pde: 25%</li>
<li>o leer un libro no técnico cada tres semanas. pde: 80%</li>
<li>de paso, aprovechar y terminar ya de una vez la colección de Terry Pratchet [7]. pde. 40%</li>
<li>Ahorrar. pde: 1% (¿A quién pretendo engañar?)</li>
<li>Para acabar, ser mejor persona. pde: 0%</li>
</ol><br />
Salvo porque las estadísticas dicen que tengo una probabilidad de casi el 100% sobrevivir otro año más, y de que da igual lo que adelgace que al final volveré a coger el peso que tenía de partida, sé que casi nada de lo que pongo en la lista anterior lo llegaré a conseguir/hacer/lograr. En fin, aunque de ilusiones no se vive, ahi quedan lanzadas las mías, un año más, al vacío sideral del ciberespacio. En general ajeno a todo lo que yo quiero hacer. Pero esto, en lugar de hacerme sentir peor, me empuja a seguir intentándolo.<br />
<br />
Que tengan un muy buen comienzo de año y, reitero, no pierdan las ilusiones por hacer cosas. La vida es demasiado breve. Y lo peor es descubrir que ya no queda tiempo para hacer todo aquello que soñaron hacer algún día. Sueñen y, en la medida en que esto sea posible, sean mejores personas. En especial con ustedes mismos.<br />
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<hr style="width:45%"/><div style="font-size:85%">[1] Extrapolado toscamente del informe «Patrones de mortandad en España en 2009», disponible en <a href="http://www.mspsi.gob.es/estadEstudios/estadisticas/estadisticas/estMinisterio/mortalidad/docs/Patrones_de_Mortalidad_en_Espana_2009.pdf">http://www.mspsi.gob.es/estadEstudios/estadisticas/estadisticas/estMinisterio/mortalidad/docs/Patrones_de_Mortalidad_en_Espana_2009.pdf</a>.<br />
[2] No, no tengo carné de conducir. Es una historia vieja, pero la realidad es que nunca lo he echado de menos. Aunque claro, mi mujer me recuerda de forma repetida lo bien que vendría que yo también tuviese carné. Tal vez debería hacerle el gusto este año.<br />
[3] No puedo empezar antes porque me reventaría las rodillas y los tobillos por el sobrepeso.<br />
[4] No es que me haga gracia ni que sea realmente un proyecto, pero la realidad es que al finalizar cada año, más o menos cuando toca la revisión médica de empresa, he recuperado todo el peso que hubiera podido perder durante el año. A veces incluso ganados unos kilos.<br />
[5] Hace mucho tiempo se me metió en la cabeza aprender esperanto (en lugar del klingon, que me parece demasiado friki) y me puse a ello. Algunas cosas aprendí a decir, pero ya las he olvidado completamente. Me gustaría retomar y ser capaz de escribir una entrada sencilla en el blog en esta lengua sintética.<br />
[6] Entiendo por «técnica» todo lo que leo referente a mi profesión. Intento a día de hoy que el 50% del tiempo que dedico a leer sean libros que no tengan que ver directamente con mi trabajo. Aunque sean técnicos en el sentido propio, no lo son para mi profesión. ¿Qué, nadia se ha puesto a leer sobre mecánica de coches últimamente?<br />
[7] Y así liberar una estantería. Para 2020 (si llego), me gustaría que todo lo que <i>poseo</i> esté en formato digital exclusivamente.<br />
</div>Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com4Las Palmas de Gran Canaria, Las Palmas, España28.1131545 -15.4408832000000328.1131545 -15.44088320000003 28.1131545 -15.44088320000003tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-64843732028272498032013-01-01T00:00:00.000+00:002013-01-01T00:00:08.523+00:00¡Feliz y próspero 2013!Pues es lo que toca ahora, ¿no? Vayan en este apunte mis mejores deseos para el año que acaba de caernos encima. Buena suerte en todos los proyectos que acometan y con todos los buenos propósitos que se propongan hacer. Y que no falte felicidad, respeto, cariño y prosperidad para y entre los suyos. En resumen,<br />
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<div style="font-size:400%;color:green;text-align:center">¡Muy Feliz y Próspero año 2013!</div><br />
De todo corazón y para todos, lean o no esto.<br />
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Tradicionalmente este es el día en que cada uno reinicia ese contador que llevamos dentro, reflexiona sobre el año pasado y se propone qué quiere hacer de este, qué proyectos acometer y qué cosas realizar. En definitiva, qué propósitos tiene para los próximos 365 días. En un rato publicaré los míos.<br />
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Sin embargo, y mientras tanto, aprovecho para <span style="font-size:125%;color:red;">despedirme del 2012</span> a mi estilo:<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdPprhKtzo7MN0Bes3-1EsqV2u4Xh0yCKARtVD4shaG4yMn7cd4vBreanlwZim6aRCHQqTsui-EbXF1IMDmU4ype2oKzfcbl6q9WFYLM8SJDWp3jeJhmxLw-p5mfb1vOr3LRmbSnbZi9I/s1600/gorila-haciendo-corte-de-manga.jpg" imageanchor="1" style="margin-left:1em; margin-right:1em"><img border="0" height="400" width="324" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdPprhKtzo7MN0Bes3-1EsqV2u4Xh0yCKARtVD4shaG4yMn7cd4vBreanlwZim6aRCHQqTsui-EbXF1IMDmU4ype2oKzfcbl6q9WFYLM8SJDWp3jeJhmxLw-p5mfb1vOr3LRmbSnbZi9I/s400/gorila-haciendo-corte-de-manga.jpg" /></a></div><br />
Imagen elegida [1] porque refleja mi sentimiento (y sospecho que el de muchos) hacia este año que tantas ampollas ha levantado en la sociedad y, en especial, a los políticos de nuestro gobierno, a los mayas y a los que aprovecharon el miedo ajeno para forrarse y hacer lo que les vino en gana. A ver qué desastre nos venden este año.<br />
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<hr style="width:45%"/><div style="font-size:85%">[1] Encontrada en <a href="http://www.cosas-que-pasan.com/gorila-con-peineta/">http://www.cosas-que-pasan.com/gorila-con-peineta/</a>. En el original no se indica autor, así que no puedo incluirlo.<br />
</div>Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com2Las Palmas de Gran Canaria, Las Palmas, España28.1131545 -15.4408832000000328.001117 -15.602931700000029 28.225192 -15.278834700000031tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-84502510154462329732012-12-31T08:30:00.000+00:002012-12-31T08:30:01.456+00:00'Españistán'Para acabar el año toca revisión literaria. Bueno, en este caso de una novela gráfica, si así se la puede llamar. Por longitud sería más bien cuento gráfico. Aunque para la mayoría será un comic, tebeo o historieta. Sirva igualmente el mismo, su contenido crítico, para reflexión —al menos para intentarlo— de lo que somos y por qué lo somos, y de cómo nuestro pasado se ha escrito y rescrito a base de promesas rotas y mentiras desproporcionadas. Del estilo y categoría de las que lleva un año protagonizando nuestro actual gobierno. Sirva, por tanto, esta propuesta de hoy para repasar lo que somos y por qué lo somos.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjItp6ocCN-v4RGZZj1P7aw1vYX6E20qrWuWtoDuSW5fBQA7pQZF4sI2LGRE5L0TzYEyG3IvOBY9fylHDsLhDQqNYV_7HZE5Wk1G_HBbk53NoCtrcfl3wq6UHXZsKs2N0LTRyBIk8hfN6c/s1600/espa%25C3%25B1ist%25C3%25A1n-portada.png" imageanchor="1" style="clear:left; float:left;margin-right:1em; margin-bottom:1em"><img border="0" height="178" width="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjItp6ocCN-v4RGZZj1P7aw1vYX6E20qrWuWtoDuSW5fBQA7pQZF4sI2LGRE5L0TzYEyG3IvOBY9fylHDsLhDQqNYV_7HZE5Wk1G_HBbk53NoCtrcfl3wq6UHXZsKs2N0LTRyBIk8hfN6c/s200/espa%25C3%25B1ist%25C3%25A1n-portada.png" /></a></div>Conocí (o más bien, descubrí) la obra 'Españistán' porque alguien —hace ya tanto tiempo que no recuerdo ni quién— publicó en alguna red social —hace ya tanto tiempo que no recuerdo ni dónde— o envió un correo electrónico a alguno de los foros en los que participo pasivamente —hace ya tanto tiempo que no recuerdo ni cómo— conteniendo la URL de un video que, en su momento, como imagino que a millones de otros conciudadanos, me pareció una explicación y crítica magníficas al modelo de crecimiento español de la última década. Hablo del vídeo 'Españistán, de la burbuja inmobiliaria a la crísis' [@ <a href="http://youtu.be/N7P2ExRF3GQ">YouTube</a>], de Aleix Saló [1]. El vídeo, que servía de preámbulo e introducción para la historia que se nos cuenta en el comic, me pareció de una claridad pasmosa, de un ingenio aplastante y de una simpleza apabullante. Casi una epifanía de verdades como puños.<br />
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Lo que sí recuerdo exactamente es la época o el cuándo —de exactitud aproximada, claro— vi por primera vez el vídeo. Fue al poco de empezar a trabajar en Madrid, cuando dormía en un micropiso de la calle Mayor y tenía todo a un tiro de piedra porque estaba en el <i>maldito centro</i> de la capital. También sé que coincidió con una visita de mi madre a la ciudad para ella consultar fondos de la Biblioteca Nacional en busca de textos antiguos que la ayudaran en la elaboración de su tesis. Por el día cada uno trabajaba en lo suyo, por la tarde noche nos reuníamos para tomarnos algo y charlar un rato aprovechando las tardes infinitas del verano. Nada más ver el vídeo salí disparado a comprar el comic. Pregunté en un par de sitios y en ninguno la tenían. Incluso en una librería me dijeron que no sabían que obra tal existía. Desistí y, pronto, teniendo miles de millones de cosas en la cabeza, lo olvidé. Como me pasa con muchos otros cientos de cosas al día.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhA_f55YPvhrh_hfVlvroLzw_pqPbQArd3AG3lmtY85Lx8Cpp6NH6_6qhctmlxGK_TMHJL666GjXdWfx7Sq_csavqREPli7mvjok4bgH9k7G76aqHO0P1mAznb0bdWqXw9Quz1x7nvFDak/s1600/espa%25C3%25B1ist%25C3%25A1n-vi%25C3%25B1eta.png" imageanchor="1" style="margin-left:1em; margin-right:1em"><img border="0" height="400" width="391" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhA_f55YPvhrh_hfVlvroLzw_pqPbQArd3AG3lmtY85Lx8Cpp6NH6_6qhctmlxGK_TMHJL666GjXdWfx7Sq_csavqREPli7mvjok4bgH9k7G76aqHO0P1mAznb0bdWqXw9Quz1x7nvFDak/s400/espa%25C3%25B1ist%25C3%25A1n-vi%25C3%25B1eta.png" /></a></div><br />
Recientemente, en una de esas veces que abro el iBooks en el iPad para leer, pero teniendo el cerebro tan chamuscado que en realidad no tengo ni idea de lo que realmente quiero y acabo navegando por la biblioteca de la iTunes Store de Apple a la caza de algún libro que me resultara interesante, descubrí que estaba esta pequeña obra disponible por apenas unos dos euros y poco. Me faltó tiempo para darle al botón comprar y, excitado por la novedad, me puse a leerla inmediatamente.<br />
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Se lee y visualiza en un plis plás. Con una sencillez agradable en los trazos de los dibujos, de esa sencillez que invita a disfrutar de la austeridad en pos de la historia, a la que no quiere restar protagonismo, y por ello ayuda. Sin embargo la historia en sí decepciona. A mí me ha decepcionado. Son todo arquetipos y prejuicios. Cierto que es una simplificación de la realidad. Pero a mí se me antojó vulgar y simplona. No me convenció, lamentablemente. Y mira que el vídeo de promoción/introducción me pareció brutalmente magnífico. De hecho lo he vuelto a ver buscando el enlace para escribir esta entrada y me sigue pareciendo magistral. Pero la novela gráfica es aburrida. Una pena, porque el ingenio del autor es punzante y afilado. Principalmente en el vídeo.<br />
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Tampoco creo que sirva como retrato fiel de lo que somos como país, aunque sí que nos debería forzar a reflexionar sobre ello, sobre qué queremos ser. Como decía al principio de esta entrada, es precisamente para lo que debería servir. No es fiel, pero es uno de los muchos retratos que ofrecemos como sociedad. Hay en la historia pinceladas de aquello que buscábamos hace poco y en qué quisimos convertirnos, y cómo morimos de éxito. El reto es reconocer nuestros fallos, sin recurrir a la externalización de las culpas, algo que es demasiado habitual en aquellos que nos dirigen y deberían predicar con el ejemplo, y sacar las fuerzas para cambiarlo. Cada vez hay más gente que sale a la calle queriendo hacerlo. Pero sigue siendo insuficiente. Sin embargo, si hay moraleja en la historia, yo me la perdí por el camino. Bastante plana. Y si uno, yo, recomiendo la reflexión, no es porque la historia me haya sensibilizado especialmente y descubierto una realidad que desconociera hasta este momento; sino porque veo en ella el riesgo de eliminar poco a poco los matices y quedarnos con la imagen burda y tosca que aquí se refleja. Miedo a que de tanto repetirlo finalmente acabemos siendo eso mismo y perdamos el resto de rasgos de nuestra identidad. O miedo a no querer reconocer conscientemente que en realidad siempre hemos sido así. Sea como fuere, sería bueno acabar el año reflexionando sobre qué fuimos, qué somos y qué queremos ser.<br />
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Termina hoy, por tanto, el año 2012, que por bisiesto nos ha obligado a sufrir un poco más —aún infinitesimalmente, no deja de ser sufrimiento adicional— como españistaníes. Pero oiga usted, no merece la pena fustigarnos de esta forma constantemente. Y menos en un día como hoy. Aunque resulta muy necesaria la reflexión, en especial para empezar el año que viene con las ideas claras, también deberíamos hacer todo lo posible para acabar el año actual con una sonrisa. Y, a poder ser, emocionados. Mejor aún si es con los nuestros y las personas que queremos. Para eso el vídeo de la última campaña de Campofrío [@ <a href="http://youtu.be/D_omZ5bo8lk">YouTube</a>] puede ayudar mucho. A veces necesitamos que nos recuerden lo buenos que fuimos, lo buenos que somos y, principalmente, lo bueno que podríamos llegar a ser… [2]<br />
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<hr style="width:45%"/><div style="font-size:85%">[1] Si aún no lo has visto merece muchísimo la pena hacerlo. Altamente recomedable.<br />
[2] Aunque, la verdad, estoy por pensar más en la línea negativa del artículo '<a href="http://www.eldiario.es/zonacritica/Espana-Campofrio-hundira-miseria_6_81601844.html">La España de Campofrío nos hundirá en la miseria</a>', publicado en Zona Crítica de El Diario el 20/12/2012. Los éxitos pasados no se venden eternamente y de eso no se come.<br />
</div>Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-7109267103222629692012-12-24T08:30:00.000+00:002012-12-24T08:30:00.439+00:00Feliz Navidad<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBHjv5XeeDMJB2FLE5-TyNXV8S6dXdHvUHQkwsuG-hE8DPIib-4oV9ANPRj440KVPIyQp6BVXGRZkpwfVoPGmpTVld1d_kaINtyyqalymfa0Fpda_LIJV3hvcz3Lmo3SkixnIbdUWnZdI/s1600-h/20100106-llegaron-los-reyes.jpg" imageanchor="1" linkindex="17" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBHjv5XeeDMJB2FLE5-TyNXV8S6dXdHvUHQkwsuG-hE8DPIib-4oV9ANPRj440KVPIyQp6BVXGRZkpwfVoPGmpTVld1d_kaINtyyqalymfa0Fpda_LIJV3hvcz3Lmo3SkixnIbdUWnZdI/s640/20100106-llegaron-los-reyes.jpg" width="428" /></a></div><br />
Tal día como hoy, justo hace un año, <a href="http://unomascero.blogspot.com.es/2011/12/feliz-navidad-y-prospero-2012.html">comentaba que tocaba pasarlo en Madrid</a> y que <a href="misratosenlacocina.com">mi mujer</a> decidió acompañarme allí. Fue una buena Noche Buena. En compañía de ella, con una buena cena y disfrutando luego de un rato de televisión antes de acostarnos a dormir. Sin embargo, tal como decía en aquel momento, estábamos los dos solos. Siempre se echa de menos a la familia en estas fechas. Racionalmente sé que estas fechas no implican —o no deberían implicar— nada especial, pero si racionalizamos absolutamente todo sospecho que seríamos seres productiva y perfectamente infelices. Y los jugadores de fútbol se morirían de hambre.<br />
<br />
Me voy a permitir un apunte o aclaración: Entiendo por familia a todos aquellos que han estado siempre (o desde que toque) ahí, que siempre te echan una mano en los momentos difíciles y te dan ánimos, que te soportan las calenturas, los desmanes y todos esos momentos en los que deberían espetarte un «mira niño, que te aguante la madre que te parió»; especialmente los que soportan que tengas tus opiniones y, encima, se las des gratuitamente a modo de consejo cuyo valor equivale al que cuesta darlo; y que, en definitiva te sufren como ser humano venido a menos, perdonándote todo lo perdonable y lo imperdonable también. Y que te defienden incluso cuando eres indefendible. En resumen, los que han hecho de tu vida un tránsito más agradable. Así es la familia y con esos quiero pasar estos días. El resto, aunque compartas parentesco hasta tercer y cuatro grado no dejan de ser conocidos.<br />
<br />
Entonces, hace un año, no tuve oportunidad de venir a Las Palmas hasta Noche Vieja. Sin embargo este año me organicé mejor y reservé desde enero las dos semanas de Navidad. Finalmente he conseguido, combinando vacaciones y teletrabajo, permanecer aquí hasta después del día de Reyes, uno de los mejores y más genuinos en mi familia. Día en el que nos reunimos todos para partir el roscón de reyes y ver a quién toca coronar ese año. Desde que tengo recuerdos de tal evento juraría que no me ha tocado nunca. Estadísticamente ya empieza a ser un poco coñazo eso, porque siendo más o menos la misma cantidad de participantes año tras año, no me toca tal fortuna. Lo que sí me ha tocado alguna vez es el haba. Para pagar sí, pero para gobernar se ve que no. Es casi una metáfora del día a día que hemos vivido este año (y los anteriores): A pagar impuestos y más impuestos, pero eso de decidir mi futuro en este país va a ser cosa de otros.<br />
<br />
En el apartado laboral las cosas mejoraron mucho. El 2011 eran todo incertidumbres de continuidad, aunque acabó el año con mejores perspectivas. Este año, pese a que las incertidumbres ambientales —léanse políticas y económicas de este país— no han cambiado demasiado, y que yo anduve saltando de proyecto en proyecto sin un punto en el que enraizar, tal como esos matorrales del oeste americano que van saltando por el desierto, me lo tomé con mucha más tranquilidad y he continuado haciendo las cosas lo mejor que sabía sin preocuparme si habría otro proyecto en el que engancharme. Las perspectivas para 2013 siguen siendo las de continuidad. Al menos en su primera mitad. Espero que en las mismas condiciones actuales, con mucho teletrabajo. Pero eso ya se escribirá cuando se tenga que escribir. Lo importante es que haya trabajo y oportunidad de seguir mejorando y demostrando que uno es capaz de eso y aún más.<br />
<br />
Ya para terminar, y como estamos en fechas tan propicias para ello, les deseo de todo corazón:<br />
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<div style="font-size:450%;color:green;text-align: center;">¡Feliz Navidad!</div><br />
Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-6782045747502022092012-12-21T09:45:00.001+00:002012-12-21T09:57:21.369+00:00Compras del fin del mundo, caprichos eternosMi jornada laboral empieza siempre sentándome en mi puesto de trabajo —hoy teletrabajo, en pijama además— y repasando los eventos más importantes del día. O sea, leyendo el correo. Habitualmente lo hago en tránsito al trabajo, pero es que hoy el tránsito me ha llevado menos de un minuto. Y leyendo por encima las últimas diez o quince noticias que me da ofrece el agregador de noticias. La primera era una de <a href="http://www.javahispano.org/">JavaHispano</a>: «<a href="http://www.javahispano.org/portada/2012/12/21/jetbrains-ofrece-un-descuento-del-fin-del-mundo-75-de-descue.html">JetBrains ofrece un descuento del fin del mundo…</a>»<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidK5bBOIRVKN5MkXtsHe0_Qhp0RkR2CG4J9f11fPogAkq5CQLyoFngL-MBOnM1AVwloDZWN9xyryY7dlZ3bEJb36QMUPSDA7Wu2yubdeNpe-gidzHAe0ycBnTyFFY8q6tvtMfHSdqnqAc/s1600/oferta-jetbrains.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="498" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidK5bBOIRVKN5MkXtsHe0_Qhp0RkR2CG4J9f11fPogAkq5CQLyoFngL-MBOnM1AVwloDZWN9xyryY7dlZ3bEJb36QMUPSDA7Wu2yubdeNpe-gidzHAe0ycBnTyFFY8q6tvtMfHSdqnqAc/s640/oferta-jetbrains.png" width="450" /></a></div><br />
Hace unos meses me vi medio involucrado en un proyecto, ya iniciado, con node.js [<a href="http://nodejs.org/">página oficial</a>], que para quien no lo sepa es algo así como aplicar el antipatrón <i>golden hammer</i> («A un martillo todo son clavos»), pero esta vez usando JavaScript como lenguaje de programación en el servidor. Así hay un único lenguaje, el que se ejecuta en el cliente (navegador) y el que se ejecuta en el servidor. Mi acercamiento (sufrido) fue bastante penoso. Andar con código ajeno resulta siempre un juego complicado, y más si no puedes depurar. Y, entre tú y yo, node.js apesta. Pero parece ser la moda, así que uno tiene que hacer todo lo posible <i>por estar a la moda</i>. Después de mucho buscar en Internet sobre cómo depurar el código node.js —juro que era incapaz de descubrir dónde estaba fallando aquello— llegué a un producto que supuso una maravillosa ayuda. Era el IDE para programación Web que vende JetBrains [<a href="http://www.jetbrains.com/">página oficial</a>]. Y, para el tiempo que tenía que estar involucrado, me valía con la versión de 30 días. Aunque al final, pasando con más pena que gloria, no aporté gran cosa al proyecto.<br />
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Pero esta gente tiene el que algunos compañeros <i>javeros</i> consideran el mejor IDE del universo conocido, y parte del desconocido: IntelliJ IDEA. Y como parece que por más que intento que no se fijen en mí, los jefes <i>malignos</i> abducidos por el universo (tenebroso del) Java —y en algún momento también las desviaciones del Groovy— siguen tirando de mí, he decidido invertir los 56 <i>napos</i> a los que han puesto la edición personal para celebrar que todos nuestros <i>sufrimientos marianos</i> tocan a su fin y, VISA en mano, la he encargado. De los 200 € que cuesta habitualmente, parece un buen descuento.<br />
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Por cierto, estos tipos son también los padres de ReSharper (una verdadera joya que todo <i>netero</i> debería poseer; aunque los últimos VisualStudio integran muchas utilidades de refactorización parecidas) y otras herramientas C#. Así que ya puestos, a la saca. Madre mía cuando mi mujer lea esto. La que me espera.<br />
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Ahora queda que llegue el correo con el número de licencia o el DVD con el software, porque no me ha quedado muy claro cómo me harán participar de este mundo de las licencias legales. Pero el daño ya está hecho. No sé si finalmente será el final de todo, pero lo que es a mí, poco a poco me voy autoempujando al abismo de la morosidad impenitente… Tranquilos, que tengo un plan para hacerme rico. ¿Cuánto era el sorteo de Navidad? Seguro que algo me toca, seguro. Tan solo falta salir a comprar un décimo.Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com0Las Palmas de Gran Canaria, Las Palmas, España28.164015700277638 -15.4216571257812828.051978200277638 -15.583705625781279 28.276053200277637 -15.259608625781281tag:blogger.com,1999:blog-4266614328754944365.post-26235490732541166872012-12-20T23:59:00.000+00:002012-12-23T11:36:11.856+00:00¡El fin del Mundo!… Pero que sea en familiaEn el momento de publicarse esto debería haber aterrizado o estar a punto de hacerlo. En teoría mi avión despegaba de Madrid a las 21:45. Ryanair nunca despega en hora. De media unos 20 o 25 minutos más tarde. Pero siempre dicen que el vuelo durará tres horas para aterrizar a tiempo y ponerte la fanfarria del séptimo de caballería y comerte la oreja demostrándonos una vez más que no tienen abuela.<br />
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Lo dicho, sobre esta hora deberé estar ya en tierra. Tal vez llegando, tal vez aún en tránsito hasta la terminal, tal vez saliendo del aeropuerto o, tal vez, de camino en coche a mi casa. O aún volando porque salimos más tarde de lo que pensaba. Siguiendo la fórmula del indeterminismo adaptada del gato, estaré en un estado volando-llegando-tránsito-saliendo-coche. O no estaré. Porque no tengo muy claro cuándo tocaba el fin del Mundo. Era el 21 de diciembre, vale, ¿pero a qué hora? ¿A las cero horas según Meridiano de Greenwich? ¿O, como son del otro lado del Atlántico es el 21 de diciembre según <i>los de allá</i>? ¿O más bien un final de esos agónicos que se prolongará veinticuatro horas para que todo el mundo tenga el suyo según huso horario pertinente? Ya sería mala suerte, en cualquier caso, que me pillase en el aire y no tuviésemos Tierra en la que aterrizar. Con lo rácanos que son los comandantes de vuelo de Ryanair con esto del combustible, tendríamos para veinte minutos más de vuelo antes de caer allí donde tenía que estar la isla. Esos veinte minutos sí serían una agonía. Si tiene que ser, que sea rápido al menos.<br />
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En fin, que mi esperanza es llegar y, si toca El Final en mayúsculas, que sea con mi mujer y mi familia. Y si no lo es, que Iker ha confirmado que los mayas andaban errados en sus cálculos, pues aún queda otro evento especial: La Lotearía de Navidad. La última en la que no clavarán a impuestos al afortunado ganador. Este es otro evento que me apetece vivir en familia. Toque o no toque. Y, en resumen, lo que me apetece es pasar varias semanas en casa, y eso es lo que haré porque voy a tener dos de vacaciones, sin estar pendiente de que tengo que volar a Madrid para un par de días, y luego volver a Las Palmas otro par de días, y luego volver a… Empiezo a tener complejo de bola de <i>pinball</i>. Aunque con arcos de mil ochocientos kilómetros de longitud.<br />
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Y ya que hablo de distancias, este año estimo que he ido a y vuelto de Madrid en torno a las treinta veces. O sea, treinta veces ida, treinta veces vuelta. Un promedio de dos coma cinco viajes al mes. La distancia entre Madrid y Las Palmas es de unos mil setecientos y pico largos kilómetros. Si sumamos lo que hago en tren hasta el aeropuerto o desde el aeropuerto al piso de Madrid, y lo que hago en coche en Gran Canaria desde el aeropuerto a mi casa y viceversa, lo podemos redondear en mil ochocientos. Mil ochocientos kilómetros, por sesenta vuelos hacen un total de… tachán, tachán… ¡108.000 kilómetros! ¡El equivalente a dos vueltas y pico a la Tierra por el Ecuador! A punto de hacer las tres. Mira que hay lugares en el Planeta, ¿entonces por qué me han parecido tan iguales todos esos kilómetros sobre el Océano Atlántico?<br />
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Medido en horas, y suponiendo un promedio de dos horas y media por trayecto, he empleado ciento cincuenta horas sobrevolando el mismo trozo de Océano Atlántico. Ciento cincuenta horas equivalen a seis días y cuarto. Un poco más y de las cincuenta y dos semanas que tiene el año, una la paso en el aire. Peor si sumamos el tiempo P2P, que no es nada relativo al intercambio de archivo de procedencia dudosa, sino el "puerta-a-puerta". Entonces la cosa se agudiza un poco. De media he empleado unas cuatro horas y media, tal vez un poco más, desde que salgo de un piso y llego a otro o desde que salgo de la oficina del cliente en Madrid y llego a mi casa. Usando estos valores entonces la cosa se pone en doscientas setenta horas. O lo que es lo mismo once días y pico. El 3% del año lo he pasado dedicado a volar o en tránsito hacia o desde el aeropuerto. Sinceramente abrumador. Aunque confieso que buena parte de ese tiempo, al final, lo pasaba durmiendo. Hay que enfocarlo siempre todo desde el punto de vista productivo.<br />
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Y si ya nos ponemos con el aspecto económico… Vamos a dejarlo porque entonces me deprimo mucho, que al final resulta que trabajo para pagar a los de Ryanair. Suerte que aún soy residente, que no han quitado aún la bonificación por tal, y que Ryanair sigue siendo la más económica de las aerolíneas que vuelan a Gran Canaria. Más de una vez he conseguido ir y volver por poco más de unos 40 €. En caso contrario tendría complicado ver a mi familia.<br />
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<i><u>Actualización del Juicio Final</u></i>: De momento parece que todo tranquilo por aquí; va a ser cierto <a href="http://www.mitele.es/programas-tv/cuarto-milenio/temporada-8/programa-299/">eso que decía Íker Jiménez de que se equivocaron los mayas</a>. Igual hay que esperar un poco por los ajustes horarios de verano e invierno.<br />
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Mira que llevo volando veces con Ryanair desde que empecé a trabajar en Madrid, ayer fue una de esas extrañas ocasiones en que acumularon muchísimo retraso. Habíamos embarcado todos a la hora en que suele terminar el embarque con esta gente, más o menos cuando se supone que toca despegar, pero el personal de tierra aún no había finalizado la extracción de maletas de la bodega provenientes del vuelo anterior. Con eso, más luego meter las maletas de este vuelo, más la pérdida de ventana de despegue, más vete tú a saber qué problema de las azafatas, acabamos despegando una hora más tarde de lo previsto. Durante ese tiempo nos sancochamos en nuestra salsa en el avión, porque no encendieron el aire acondicionado hasta diez minutos antes de despegar y había mucha carne humana allí fermentando. Por mucho que apretó el piloto aún así llegamos a la una menos veinte al aeropuerto de Gran Canaria. En cualquier caso no me enteré… de casi nada. De las dos horas y media que duró el vuelo, casi dos las pasé durmiendo. ¡Qué sobada, <i>diossantobendito</i>! La última gran sobada sobre el Atlántico de este año.Uno+Cerohttp://www.blogger.com/profile/01316188538765123424noreply@blogger.com2Las Palmas, España28.109350968202428 -15.44306718281245627.660554968202426 -16.088514182812457 28.558146968202429 -14.797620182812455