Y esta es la historia de Andrómeda, la gatita negra, mansa, y atemorizada que se dejó coger por unos desconocidos. Esa misma primera noche trepó de un salto a nuestra cama y se acurrucó entre nosotros. Entonces pude comprobar por primera vez que el ronroneo de los gatos efectivamente tiene el poder de curar casi todos los males del cuerpo, e incluso algunos del espíritu.
Manel Soria Guerrero (Frikosal)
Andrómeda y oponerse a la corriente
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