viernes, 20 de febrero de 2009

Marchando una de onanismo egolopático absurdo

La semana pasada, hace dos entradas por añadir algo más de información inútil, contaba, aprovechado uno de mis tesoros perdidos, que suelo usar casi a diario, por no decir todos los días, el Corel Draw, en su versión reducida que vino con el ordenador. Junto con su hermano, Corel Photo Paint, también en su versión reducida, el Corel Draw es una de las herramientas que han conseguido su lugar privilegiado en mi Quick Launch Bar. Y no son muchas, dicho sea de paso.

El párrafo anterior viene, además de porque me sale de donde también me salen los mocos, a raíz de que nos mudamos al Parque Tecnológico de Tafira y, desde Madrid, me pidieron que les remitiese un plano de cómo llegar a las nuevas oficinas. Recursos Humanos usa el plano cuando convoca a los candidatos que peor se orientan, lo que no deja de ser una estupenda idea (algo de peloteo por si me leen las chicas de erreerrehachehache no viene mal).

Mi visión práctica de la existencia de las marsopas pelágicas, que no tiene nada que ver con el tema en cuestión, pero permite que incremente a gusto la entropía del Universo con observaciones (más) absurdas (de las que hago habitualmente), me hizo acudir al Google Maps y mandarles algo como esto:


Lo sé. Un tanto cutre y confuso. Así que me pidieron, si tenía dotes para el dibujo, algo más esquemático y no tan confuso. Algo como lo que ellos tienen para la oficina de Madrid. Si era capaz, que si no, se apañaban con el mapa de Google. ¿Capaz? Sin pensarlo dos veces (otras dos, o sea cuatro, quiero decir), abrí el Corel y me puse a esquematizar nuestra ubicación en el Planeta Tierra y, de paso, demostrarles algo de mi mojo con esto del diseño, que no conocen cómo me las gasto.

En un ratito tenía preparado el plano de acceso, y algo más:



He omitido el logo de la empresa, que queda muy bien con ese diseño, por cierto, y he dejado un recuadro feo como muñón. Todo sea por no publicar sin autorización nada de la compañía que tiene a bien enriquecerme cada mes (algo que yo les agradezco empobreciéndome, más de lo que ellos me ingresan, entre dos nóminas consecutivsa). Mirándolo bien cualquiera de las empresas ubicadas en el Parque Científico y Tecnológico de Tafira puede usar el diseño.

Reconozco que no es una gran cosa, ni que es comparable con los diseños que hace mucha de la peña que usa mejor la aplicación. Hay cosas cojonudas en ese sitio. Pero estoy tan orgulloso de mi diseño que esta noche voy a dormir a pierna suelta y con una sonrisa de lado a lado. Y es que si lo comparamos con el que usan de ordinario en Madrid, que de hecho no está nada mal, esto es una jodida obra de arte.

Por cierto, y para rematar la faena, la foto que aparece en el documento también es de mi cosecha.

Polivalente II - Parque Científico y Tecnológico de Tafira

¿Qué más se puede pedir? Poco me queda para ser el hombre perfecto. ¡Las mujeres deberían estar haciendo cola en mi puerta!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo me cojo ahora mismo el saco de dormir, un libro, un par de sandwiches y me voy pa la puerta de tu casa.

Uno+Cero dijo...

No esperaba menos de ti, señorita Tol. No esperaba menos...