lunes, 9 de marzo de 2009

Mi experiencia con el calendario de Fotoprix

Hace bastante tiempo ya, comentaba lo contento que estaba con el Fotolibro de Fotoprix. Mi experiencia, hasta la fecha, y con varios libros acumulados, era muy positiva. También decía entonces que andaba buscando alternativas para Mac. Sin embargo, por aquello del "más vale malo conocido que bueno por conocer", he optado por seguir explotando durante un tiempo el software de Fotoprix, pero usando el VMWare, que tan buenos resultados me ha dado estos meses atrás para cosillas puntuales. Por si esta declaración creara dudas sobre mi paso al Universo Apple, que se tranquilice, estoy encantadísimo con Mac y con Leopard. Pero no soy idiota (creo). Si algo me funciona no voy a volverme loco buscando una alternativa para cambiarlo. Al menos de la noche a la mañana.

Pero esta entrada no es para hablar de los fotolibros, de Mac o de Windows. Es para comentar mi opinión sobre otro producto que ofrece -y se puede elaborar con el software de- Fotoprix. Hablo de los calendarios.


La oferta que tienen en cuanto a calendarios es variada; variando principalmente en el tamaño. Lo que, de paso, conlleva variación en el número de páginas y la distribución de las imágenes. Todo lógico, por supuesto. Como yo quería -mejor dicho, necesitaba- uno para el escritorio del trabajo, opté por el más pequeño. Huelga decir que, aún trabajando con un ordenador todo el día, disponer de un calendario de sobremesa es una gran ayuda. Y como la crisis parece haber empujado a que este año ningún proveedor/cliente nos haya enviado el suyo, opté por solicitar uno con mis propias fotografías. Y de paso otro para mi mujer, que tampoco había recibido ninguno. Como decía, opté por el más pequeño, de unos 14 x 12 cm. Del tamaño de la caja de un CD, para que te hagas una idea.

Como iba a regalar unos cuantos -aprovechando que solicitaba dos, solicité diez- quise elegir fotos que ya estuvieran publicadas en Flickr y que, además, hubiesen sido sacadas en el mes para el que eran elegidas. En todos los casos pude hacerlo, salvo para diciembre, que no encontraba ninguna -ya publicada- que me llamase la atención. La selección fue (pinchar sobre el mes para acceder a la foto): enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre. Todas ellas públicas en mi cuenta Flickr, como decía.

Paisaje grancanario

Al revisar el pedido tuve sentimientos encontrados. Por un lado, el resultado general es bueno. Me esperaba peor la parte de las imágenes, para ser franco. Sin embargo hubo dos de los calendarios que llegaron dañados en alguas de las páginas. Algo de lo que me di cuenta cuando ya estaba en casa separando cada uno para su destinatario. Nada tampoco para rasgarse las vestiduras, pero te jode -a mí me jode mucho- hacer un regalo y descubrir que no está todo lo cuidado que esperabas.

Volviendo al apartado de la calidad de las reproducciones, repito que yo me esperaba, sinceramente, algo mucho peor. En general la calidad, aunque con los tonos ligeramente apagados, reproduce bastante bien los colores originales (al menos los que originalmente veo en mi monitor).

Las hojas del calendario, impresas por ambas caras, se sienten sólidas, pero no acartonadas. Correctas en este apartado para lo que se puede esperar de un producto de este tipo.

En cuanto al calendario, las fechas, desgraciadamente, al ser una empresa nacional, tiene el inconveniente de no presentar los específicos de la comunidad, lo que puede ser un inconveniente. Un gran inconveniente si, como es mi caso, trabajas para una empresa de Madrid y, con calendario en una mano y el teléfono en otra, te pones a discutir sobre fechas de entrega y te olvidas que la siguiente semana tienes el festival de la legumbre marchosa que sólo se celebra en tu pueblo. Tu familia nunca te perdonará que los dejaras tirados para acabar un vulgar trabajo. Un rotulador rojo y marcar los festivos locales con un puntito o circulito puede ayudar. Es una chapuza, lo sé, pero es lo que hay.

Puesta de sol en Agaete

El otro apartado negativo es el precio. Si bien estoy muy contento con el resultado general, sí que me parece un poquitín caro. 9 € por un calendario de 6 páginas (no trae portada, como sí tienen sus hermanos mayores), me parece algo excesivo. Al pedir 10, la unidad se rebajó hasta los 8 €, lo que sigue siendo caro aunque, como pude hacer, disfrutase de un bono descuento del 15%. Aunque, como regalo o complemento de un regalo mayor, es un muy buen detalle, y bien se puede estirar uno un poco para pagar esos 9 €. La gente alucina cuando lo recibe.

La anécdota la pusieron los elegidos. Salvo mi mujer, que ya sabía de quién eran las fotos, todos, casi todos ellos familiares, repetían lo mismo: "¿Por qué no pusiste tu nombre en las fotos?". El del año que viene tendrá mi nombre, seguro.

Lo dicho, y para concluir, si te has visto que este año la crisis ha impedido que te regalen uno, siempre puedes hacértelo tú mismo por lo que estás dispuesto a gastarte en 2 cervezas, cuando sales a intentar ligar. Pero en este caso te dura todo un año. Menos te va a durar si no te das prisa en pedirlo ya.

En fin, es un producto recomendable.

1 comentario:

pepa dijo...

ya he hecho mi calendario,ahora solo taco esperar a verlo, tambien he hecho felicitaciones de navidad y han quedado estupendas y 10 me salen por 1€ mas o menos.