Desde que tengo la Playstation 3, no había encontrado ningún juego del que pudiese decir, sin discusión posible, "es una jodida obra de arte". Al menos en todos los aspectos que abarca un título para la nueva generación de consolas. Eso ha sido hasta tropezar con el 'Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots'.
Con la venta de 'Príncipe de Persia' y de 'El poder de la fuerza', saqué dinero, en forma de vale, que invertí, aunque no muy convencido al principio, en la cuarta entrega de la franquicia MGS. Y no me arrepiento lo más mínimo. El juego es una jodida obra de arte. Ahora sí que puedo decirlo.
Erróneamente creía que el juego era del tipo FPS, forma de jugar que no me gusta nada. No conocía las entregas anteriores y soy de los que prefieren ver siempre el machanguito correteando, saltando, golpeando, etc., etc., de un lado a otro. Creyendo que era del tipo FPS no estaba nada convencido de cambiar el vale por el juego, de segunda mano. Lo hice porque mi sobrino insistía en que había sido considerado uno de los mejores juegos del 2008. Y ahora entiendo porqué de tal consideración.
Existe la posibilidad de jugarlo como un FPS, si es el deseo del jugador, pero como más se disfruta es jugándolo en modo tercera persona, pasando a modo primera persona cuando tienes que apuntar con el arma. En especial cuando el arma en cuestión se trata de un rifle de francotirador. Y poco más.
No es el típico mata mata. Hay fases que te puedes pasar sin haber disparado apenas, porque de lo que se trata es de aprovechar el traje de última generación, talla exclusiva, para pasar completamente desapercibido camuflándote con el entorno. Yo quiero uno igual para las próximas navidades. Si te pasas con el gatillo, el personaje sufre en sus carnes los cargos de conciencia.
A mí me llevó unas veintipico horas terminarlo. Claro que yo me tragué absolutamente todos, que son muchos y muy largos, los vídeos que acompañan al juego y que te van contando la historia de los personajes y del contexto social en el que se encuentran. Es una película de animación. Aún así, el juego, la parte en que tú participas, es lo suficientemente largo y variado como para no aburrirte lo más mínimo. Como anécdota, porque el juego te lo va indicando entre acto y acto, de todo ese tiempo pasé unas tres horas desplazándome agachado; otras tres horas arrastrándome, lo que permite alcanzar índices de camuflaje o invisibilidad de hasta un 95%, y mucho tiempo pegado, cual lagartija, a una pared para no ser visto. Es una gozada ver cómo el traje adquiere la textura del entorno cuando te detienes un momento para que se recalibre.
Decía que el juego tiene muchas animaciones. Y es que tiene un enfoque de pelícua que llama muchísimo la atención desde el principio. Sorprende que los dos primeros minutos y medios te los pases haciendo zapping de programas de televisión, muy raros, aunque al final resulta hasta curioso (un estilo a lo que encontrabas viendo la película 'Robocop'). Puede cansar que, a veces, entre acción y acción, te puedas tirar media hora viendo vídeos de la historia. Aunque no es obligatorio tragarselos, si lo tuyo es actuar y no pensar. Otro apartado a destacar es su banda sonora, que es simple y llanamente acojonante. Si hubiese Oscars de los videojuegos (y justicia divina), este juego se debería llevar el premio, al menos, a su banda sonora.
Podría seguir soltando parrafadas sobre la cantidad de detalles que tiene el juego, como lo del iPod que puedes llevar encima o lo de las Playboys que vas encontrando durante el juego, pero creo que será mejor que lo averigües por ti mismo. Si tienes una PS3, y aún no lo tienes en tu poder, has de saber que esta semana ha salido a la venta en edición Platinum. Es el momento de hacerte con tu copia. No te arrepentirás. ¡Cómpralo! ¡Ya! Y si aún no estás convencido, aquí tienes un trailer que merece la pena ver. Por si el vídeo que ya enlacé antes aún no te ha convencido. Para mí ha pasado a formar parte de los mejores juegos de la historia. De lo único que me arrepiento es de no haberlo conseguido antes. Es que lo he disfrutado como un marrano en un charco.
Y si no tienes una PS3, además de por las películas en Blu-Ray, este juego puede ser la excusa perfecta para hacerte con una. Tampoco te arrepentirás.
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