
La economía tradicional postula que nuestras acciones están guiadas de forma racional para obtener siempre el máximo beneficio (maximizar la utilidad, que dicen en la Teoría de Juegos), pero Dan Ariely repasa, a lo largo de 13 capítulos, distintos aspectos del comportamiento humano y de cómo, la mayoría de las veces, hacemos las cosas influidos por aspectos a los que, de forma habitual, no damos la mayor relevancia y que nos hacen ser poco racionales, no obteniendo el máximo beneficio. Lo curioso del caso es que, una vez hacemos algo irracional en relación a algún aspecto, repetiremos la decisión irracionalidad una y otra vez. Irracionales pero predecibles. En todos los capítulos el autor relata los resultados de diferentes experimentos ideados para evaluar algún aspecto en concreto del comportamiento y demostrar lo irracionales que somos tomando decisiones. Llegando en algunos casos a resultados a la par reveladores y asombrosos. A toda esta forma de contemplar la reducida capacidad del ser humano para tomar las mejores decisiones racionales, se la ha venido a denominar economía conductual.
El libro está escrito con un lenguaje sencillo y resulta entretenido la mayor parte del tiempo. En algunos momentos, y para mi gusto, el autor se enrolla demasiado sobre las implicaciones sociales de tal o cual experimento. O de cómo debería enfrentarse, a la luz de la experiencia, mejorar la calidad moral de nuestra existencia. Peca de excesivamente moralista en -pocas, eso sí- ocasiones. En resumen, el libro se puede leer de principio a fin de forma relajada y amena. Un libro ilustrativamente entretenido.
Por cada capítulo podría comentar el fenómeno social o experiencia personal que me trajo a la cabeza su lectura. Sospecho que a todo el que lo lea le pasará algo parecido. Es inevitable. Ya sea una experiencia propia, por ser el quien la perpetra, o algo que haya vivido, pero aunque el argumento es demostrar la irracionalidad de las personas, y nos gustaría que otros fueran los irracionales, no podemos evitar vernos reflejados a nosotros mismos en los resultados de cada experimento. Podría comentar, como digo, cada capítulo con mis propias experiencias, o con lo que veo en el entorno socio político, pero creo que vamos a no estropear mucho más la reseña del libro y lo dejaremos aquí: Libro muy recomendado.
2 comentarios:
Pensaba yo que conocías a otro Esteban, o quizás que te habías equivocado de libro... Manda huevos «Las trampas del deseo» y el subtitulito de las narices.
Pero bueno, me alegro de que te haya gustado ;-)
Tiran para atrás el título y el subtítulo, sí. Una gran recomendación y he añadido a mi círculo de interés la economía conductual. Culpa tuya :-)
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