Cuando voy a escribir una entrada que no tenga que ver con un libro, siempre busco poner un título que haga referencia, así en plan metáfora, parábola, hipérbole o cualquier otra forma retórica, a lo que voy a contar. Pero para ésta, breve además, no se me ocurría nada mejor que «A pollazo limpio». Demasiado vulgar como para ser un titular de mi querida bitácora.
La cosa va de descubrimientos. De saltar de aquí para allá demorando el instante en que debo ponerme con cosas de mayor provecho. O lo que es lo mismo, usando ese término tan de moda en estos tiempos del «todo al instante», procrastinar como un verraco cimeriano en un burdel entre coito y coito.
A lo que iba. Dando saltos de un sitio a otro caigo en planetahuevo y de ahí a una pequeña relación de los peores videojuegos de la historia. Y de ahí al Custer's Revenge [@ Wikipedia]. Mira que yo tengo la mente sucia, pero los que diseñaron y programaron este videojuego debían cascársela con los tacos de lego. Madre mía, que atrocidad; estética y argumentalmente hablando. En YouTube hay varios vídeos, como éste. Eso sí es tener el pito tieso. Todo el rato. ¿Sobredosis de viagra?
Pero lo peor es que hay un remake circulando por ahí. Y también hay vídeo en YouTube. Mejores gráficos y mucha, mucha, muchísima «lefa». ¿Qué come ese tipo para dar tanta producción?
En fin, uno de estos momentos que hubiese preferido no experimentar. Mis recuerdos de los ochenta, que siempre han sido cálidos y a los que tenía tanto cariño, acaban de ser, por no encontrar una forma mejor de describirlo, sodomizados brutalmente. No podré volver a recurrir a ellos de la misma forma y con el mismo candor con el que antes los visitaba.
2 comentarios:
Jajaja, vaya tela con el vaquero.... :-D
¡Ya te digo! :-D
Publicar un comentario