Creo que desde siempre me han fascinado los documentales de bichos. Desde que tengo memoria me han maravillado los insectos —y la fauna en su conjunto— pero como soy bastante tiquismiquis igualmente desde que tengo recuerdos he preferido mantenerlos a cierta distancia. Puede que ese deseo de distanciamiento sea la causa de que nunca me lance a la macrofotografía de insectos.
Mis padres me regalaron de pequeño una enciclopedia de seis tomos dedicados a los animales y me pasaba horas mirando las imágenes que acompañaban los distintos artículos. Recuerdo muy vívidamente —cerrando los ojos aún puedo distinguir muchos de los detalles— las fotografías de los ácaros de terciopelo [@ Wikipedia (en)] y de un escorpión acarreando a espaldas toda su prole. Y tiene mérito, porque podemos estar hablando de fotografías que estudié hace casi tres décadas. Sí, siempre me han gustado los documentales de animales en general y los de bichos en particular. Y sí, me lo pasaba genial con la enciclopedia de animales que me regalaron mis padres. (Aún está en casa de mi madre.) Aunque también tuve claro siempre que no me dedicaría a la biología.
Puestos a perder tiempo, ver documentales es una de las alternativas preferidas. De ahí que no escatime mucho si tengo la oportunidad de comprar alguno en Blu-Ray para disfrutar de la mejor calidad de imagen y sonido posibles. Y eso es lo que pasó con 'Microcosmos' [@ IMDb], que aprovechando un pedido de películas a Amazon UK acabó cayendo en el carrito de la compra a sabiendas de que era uno de esos que se vienen en denominar «película no verbal», a los que tan aficionado me he vuelto desde que vi 'Baraka' [reseña], y que el idioma no sería un contratiempo. Más o menos. Al final resulta que no era tan no verbal como creía y hay una voz en off de mujer (en la versión en inglés) que suelta un pequeño discurso al principio de la cinta, pero que resulta relativamente fácil de entender (no hay subtítulos, que conste).
'Microcosmos', como película básicamente no verbal, combina imágenes y sonidos como herramientas narrativas. Y lo consigue de forma fantástica. Las imágenes y secuencias, rodadas empleando distintas técnicas, son dignas de ver, mientras que el sonido acompaña perfectamente. En buena medida porque aprovechan los propios sonidos naturales para la ambientación; a veces un poco exagerados, eso sí. Como decía, la combinación resulta fantástica y sumamente entretenida. La hora y poco que dura el documental se pasa en un santiamén disfrutando, casi obnubilado, de las imágenes de los animales que se pueden encontrar en una pequeña extensión de campiña francesa a medida que va transcurriendo un día. El ciclo solar es la marca de tiempo empleada.
'Microcosmos' no es un documental al caso, pues al no contar apenas con explicaciones verbales, queda más como un ejercicio narrativo destinado a inflamar la imaginación del afortunado vidente. Sin embargo —o precisamente por ello— es una película recomendable para desconectar el mundo cotidiano y ordinario durante una hora y dejarse llevar por esos universos alternativos que nos rodean pero que, por ser aparentemente insignificantes, no solemos prestar atención. Insignificante en apariencia, sí, pero no en esencia. La Naturaleza no deja de sorprenderme con su fastuoso despliegue de formas y colores, en particular dentro del cosmos de los insectos. Y 'Microcosmos' es un fiel exponente de esa cantidad de maravillas que, día a día, nos perdemos por estar preocupados en cosas, aparentemente, más importantes. Película muy recomendable.
Si estás dispuesto a desperdiciar la oportunidad de disfrutarla en la mejor calidad posible, para lo que te recomiendo que recurras al soporte en alta definición por excelencia, tienes ocasión de verla en Google Videos [microkosmos.avi]. Al menos en el momento de escribir esta entrada ya llevaba tres años colgado.
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