viernes, 13 de enero de 2012
No sin mi iPhone
He sufrido un pequeño ataque de pánico tecnológico. He visto pasar toda mi vida en un instante. Y he protagonizado yo mismo, en mi película biográfica de título "No sin mi iPhone" un drama de magnitud épica. Miro una vez y 95% de batería. Miro un rato después, y completamente apagado. No respondía. Nada. Muerto completamente. Ahí fue donde sufrí el ataque de pánico que decía. Suerte que mi jefe ya había pasado por eso. El truco estaba en forzar un reinicio hardware (enter + power + botón de volumen), ponértelo en la frente, dar vueltas mientras se entona el capítulo 20 del Libro de los Profetas, con la melodía de Quién ha robado mi carro de Manolo Escobar, para exorcizarlo. Finalmente está funcionando. Como si no hubiese pasado nada. Que susto. Será capullo. Como lo vuelva a hacer vamos a tener un disgusto. Desde que salió el 4S nuestra relación anda un poco tensa.
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