lunes, 18 de agosto de 2008

Mi experiencia con el sigma 10-20

De siempre he querido tener objetivos de esos que llaman ultra gran angulares y, aunque suene muy extraño, los quería, además de para lo típico de este tipo de lentes, para experimentar con retratos.



El objetivo Sigma 10-20 me lo regaló mi mujer con excusa del viaje a Egipto de 2007, antes de pillarme la Nikon D200. Es un objetivo con el que he obtenido buenos resultados, para mi gusto, pese a no ser especialmente rápido o luminoso (se mueve entre una abertura que va desde f:4 a f:5,6).

La experiencia de usarlo durante el primer viaje transfronterizo que realizó este objetivo fue muy positiva. Es un objetivo que me gustaba dejar siempre puesto en alguna de las dos cámaras, en detrimento de zoom genérico 18-55 o del tele 70-300.

Abu Simbel

Pirámide (escala humana)

Pirámide

Mezquita de alabastro Saladino

Siempre es una cuestión de gusto, pero para mi gusto la nitidez que da este objetivo, tanto con la D50 como con la D200 es más que aceptable. Algo de viñeteado y una ligera pérdida de definición -que muchas veces es imperceptible- en las esquinas.

Usando el factor de multiplicación de los modelos DX de Nikon, el 10 - 20 de Sigma equivaldría a un 15 - 30 en formato completo, algo nada despreciable, sea dicho.

El único gran inconveniente que le encontré, lógico por otra parte, era que para emplear el polarizador se tiene que quitar, salvo que desees horrible viñeteado, el filtro skylight que tengo fijo a modo de protección. Además, que al ser un filtro polarizador circular, para ajustar el grado de filtrado tenía que desatornillar el palito para poder girarlo si quería mantener el parasol de pétalos que trae de serie la lente. Y aún así era muy jodido girar el filtro con el parasol puesto.

Todas estas pegas sin incluir o contar con el hecho demostrado que una vez que empiezas con grandes angulares, los 10mm mínimos que te ofrece la lente se te hacen demasiado largos y ya estás deseando comprarte un ojo de pez.

Edificio Meneses

Playa de Vallehermoso

Como decía al principio, pese a lo que sugieren los puristas y expertos en materia, es un objetivo que me gusta mucho para usar en retratos, tanto personales como de grupos. Particularmente me agradan los efectos deformantes que produce este tipo de lentes en las personas. Más acentuado cuanto más lejos se encuentren del centro de la imagen. Para mi gusto, fotos de retrato diferentes a las típicas en que todo el mundo aparece bastante plano. Cuestión de gustos. Los míos son raros.

Como soy un maniático de la privacidad de las personas, he incluido un par de ejemplos a un tamaño muy reducido, con objeto de que se hagan una idea de lo que se pude hacer en este terreno con la lente, pero intentando salvaguardar la identidad de los fotografiados. Aunque, desde luego, no son las que más me gustan (las que prefiero suelen tener a los protagonistas algo más deformados).



Resumiendo, una lente que siempre me acompaña en mis viajes. Y también a muchos de los eventos familiares. Una lente que vale el dinero que pagamos por ella, aunque un pelín excesivo para nuestros bolsillos (y para los de muchos), y que ha demostrado ser algo más versátil -dependiendo de gustos y purismos- que ser una lente únicamente para arquitecturas o para paisajes. Si no te puedes hacer con una mejor de la marca, piensa en ella como una más que buena opción. Para mí es una imprescindible.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo adoro mi Ojo de pez, tengo uno de Sigma, 8mm y me fascinan esas fotos alucinantes que produce. Lo llevo conmigo siempre, sobre todo en visitas a ciudades en donde logra unas imágenes únicas.

Uno+Cero dijo...

Yo estoy ahí ahí por pillarme el Nikkor 10.5. La vida promedio de una lente supera con creces (en estos tiempo modernos) a la de una cámara reflex digital. Ahora tengo sensor DX, pero es posible que dentro de tres años pase a FX. Así que no tengo muy claro lo de gastarme 500 € en una lente que puede no sobrevivir a mi próximo cambio de cámara.

También cabe la posibilidad de que me pille una Canon y me lo prestes :-P

Anónimo dijo...

Yo por eso estoy comprando objetivos EF y no los EF-S para los sensores que no son Full Frame. Mi próxima cámara será o la 5D mark ii, o la 50D o la 1Ds mark iii y dependiendo de la que sea tendré 1.0, 1.3 o 1.6. Espero que en el Photokina Canon saque las cartas y las ponga sobre la mesa porque quiero comprarla pronto. La actual, con sus tres años y medio, ya se nota muy pero que muy limitada, sobre todo en condiciones malas de luz en donde no puedo ir más arriba de ISO 400 a menos que quiera tener unos granos del tamaño de los de arroz en la imagen. En la parte de objetivos estoy super servido, me falta solo uno que no sea EF-S en el rango de 20-70 y espero suplir la carencia en cuanto me compre la cámara.

Uno+Cero dijo...

Lo más inteligente es no "casarse" con los formatos pequeños y pensar en los de tamaño completo.

Para cubrir el rango 20-70 que comentas igual vas a tener que ir a dos objetivos, o quedarte cerca de los 20, por encima, ¿no?

De todas formas, cada vez que veo los objetivos que "me compraría", me entra cagalera por los precios. Al final, un buen equipo, te va a salir 10.000 €, si te descuidas.

Anónimo dijo...

Canon tiene un 24-70 muy bueno, sin Estabilizador de imagen, que es lo único que se echa de menos. Prefiero no pensar el dinero que he "invertido" o "tirado" según a quien le preguntes, en la cámara. Como no fumo ni tengo vicios caros, con mi güita hago lo que quiero y lo que me gusta es gastarlo en fotografía. Cuando salgo con los amigos a hacer fotos nos intercambiamos objetivos ya que todos estamos en el universo Canon. Mi amigo el Moreno tiene un 500mm de Canon que compró de segunda mano por casi dos mil eurolos que es como un cañón pero no veas, le puedes ver el ADN a una chocha a cincuenta metros de distancia.

Uno+Cero dijo...

Sobre invertir en equipo fotográfico yo tengo mi propia teoría (tampoco tengo vicios), pero mi mujer también la suya y es complicado compatibilizar ambas.

Tendré que pillarme una Canon 5D Mark II (o 9D, como dicen que se llamará) e irme a Holanda para poder disfrutar de los préstamos entre el selecto grupo de Canonistas. ¡Quién pillara un buen 500 mm!

Anónimo dijo...

Esta conversación que mantenéis me ha recordado a esto: Equipo mínimo y de calidad media baja. Todo está en que quieres sacar y como te lo propongas.

http://www.quesabesde.com/videos/sergi-camara-que-lleva-en-la-mochila_11111

sebas dijo...

Maravillosas fotos. Que seria la vida sin una reflex.

Uno+Cero dijo...

@anónimno, tarde, pero dichoso. Cierto, y esta conversación en particular es de 2008 (¡lo que ha llovido desde entonces!). Ahora reviso muchas de mis decisiones de otra forma. Aunque creo que se puede resumir en "comodidad sin renunciar a apuntes de versatilidad y comodidad".

@sebas, gracias. En realidad sería más acertado "qué sería una reflex sin una vida" (que le de sentido de ser). Porque tener una cámara que pesa un kilo y objetivos que suman otros cuatro kilos se hace incómodo a la larga. Vamos, que cada vez me pesa más cargar con todo el equipo y me conformo con llevar lo justo para inmortalizar los momentos de rigor.