Hacía tiempo que no anhelaba tanto un período de vacaciones. ¿Será que me falta algo en mi trabajo? ¿Que me sobra? No lo creo, porque estoy bastante contento, pero tampoco he parado a pensarlo detenidamente. Lo que sí es cierto es que la última semana, desde el miércoles pasado, se ha hecho eterna, deseando a que llegase el día de hoy. Eso y que hoy toca levantarse tarde (o no tan temprano como de costumbre).
Estaré de vacaciones hasta el 1 de septiembre y el plan es acercarme buena parte de los días, si no puede ser todos, a la playa por la mañana, almorzar tranquilamente en casa y pasear por las tardes. O ver alguna película. Puede que visite más veces el cine, en estas dos semanas y poco que tendré de vacaciones, de lo que lo hago el resto del año. Aún no está claro qué acabaremos haciendo, pero desconectar, desconectar y desconectar, es la directriz.
Aprovecharé (o tengo la intención) de reducir la montaña de libros pendientes. Algunos de tecnologías de la (des)información, otros de gestión de empresas y economía, varios de la serie Mundo Disco y adelantar con la de Alvin Maker. Eso sin olvidar escuchar unas dos horas de Vaughan Radio y echarle una ojeada al nuevo descubrimiento, que me chivó Silvia ayer (gracias, gracias), de La Mansión del Inglés (punto com) y de su sección de listening; y tampoco despistándome del hecho que tengo el curso de prevención de riesgos laborales, del que llegó ayer la documentación. Demasiado para solo dos semanas y media, sospecho.
Ésta ha sido la entrada para hoy. Que pasen un buen día, pero antes de cerrar el editor, algunos consejos vacacionales.
1 comentario:
Fantomas, te agradezco el comentario positivo, pero hasta que me demuestren lo contrario, poner varios enlaces autopublicitándote es feo y spam. El enlace ya aparece en tu nick y no necesitas repetirlo dos veces más.
Por eso borro tu comentario.
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