Hace tiempo leí que Depeche Mode sacaba otro disco: Sounds of the Universe. Vi el vídeo y escuché la canción y me molaron mucho, tanto que me dije «me lo compraré». Y hace un par de semanas llegó el momento. Toda la música que compro en los últimos tiempos la compro en iTunes. Si me gusta y me lo puedo permitir, prefiero comprar la música que me apetece escuchar. Me hace sentir mejor conmigo mismo y, como apenas tengo otros vicios -casi nunca salgo de juerga ni me gasto dinerales en bebidas alcohólicas-, siempre tengo dinero que puedo malgastar siendo legal.
Depeche Mode es de esos grupos a los que he sido bastante fiel. Nunca me he descargado nada de ellos y, aunque no soy de los fanáticos que se lo compran el mismo día que sale, acabo pasando por caja al par de meses para hacerme con mi copia. Así desde que en el último año del instituto mi primo me prestó su copia del fantástico y magistral directo: 101. Disco que, de haber sido de vinilo, lo hubiese gastado de tanto que lo escuché. Tenía 17 años y la falta de novia la compensaba con comportamientos compulsivos. Mis padres tuvieron que pedirme que variase un poco porque iban a vomitar de tanto escucharlo.
Como decía, hace un par de semanas decidí sacar la tarjeta de crédito y pagar a la iTunes por mi copia. En la misma línea que los últimos discos del grupo, no ha terminado de engancharme. Cierto que, como pasa con muchas otras cosas, cuando las abandonas durante mucho tiempo -hace como un año que no escuchaba a Depeche Mode-, cuesta retomarlas. Ya me pasó con Playing the Angel, disco que tuve que escuchar unas cuantas veces antes de comenzar a apreciar lo bien elaborado que está y poder reconciliarme con el grupo después de meses sin escuchar nada de ellos. Hay temas de ese disco que han pasado a formar parte de mi top cien. La historia se repite con Sounds of the Universe. Es un disco potente con letras que cautivan y sonidos electrizantes, pero que hasta el momento no ha conseguido engancharme completamente. Es muy posible que esté envejeciendo y que mis oídos prefieran escuchar sonidos más relajantes. En cualquier caso le daré un poco más de tiempo a ver si consigue enamorarme y me hace sentir como el magnífico Songs of Faith and Devotion. De momento el tema Wrong sí ha conseguido toda mi atención. Hole to Feed y Corrupt son los otros temas que impiden que crea haber malgastado el dinero. Encima me compré la versión deluxe.
A modo de recordatorio, aquí explico cómo -de forma general- califico la música en iTunes. Aún no escuchado tanto el disco como para afinar mejor los valores.
Actualización (24/8): Cuando escribí este artículo, Wrong tenía 4 estrellas. Desde hace unos días, por compulsión auditiva, le he puesto 5. No es una gran noticia para el universo, pero a mí me vale.
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