Un año de lunes dedicados principalmente a mis gadgetoexperiencias

Hoy es el segundo lunes del mes de agosto... Vaya perogrullada. Tal como advertía el miércoles pasado, esta semana voy a dedicarla a relacionar cada uno de los posts que he ido publicando en cada uno de los arcos argumentales de esta bitácora. Los lunes acabaron estando dedicados a mis experiencias con cachibaches (gadgets), con programas de uso personal y, especialmente, relacionados con la fotografía. Aunque esta línea se concretó al cabo de unas semanas. Al principio no tenía muy claro cómo iba a organizar la bitácora y empecé un poco a lo loco. Aquí va lo que han dado de sí los lunes en el último año.

Arranqué esta bitácora con un breve Volvemos a empezar, coincidiendo con el último lunes de julio de 2008. Pura casualidad. Para el siguiente lunes me lancé a hacer una pequeña reseña de un juego simple pero entretenido, Bug Defender. Mi vertiente ludópata acabaría ocupando los domingos. En Si lo permitiese hoy sería un lunes con tintes depresivos... me lamentaba de lo inevitable del paso del tiempo y alababa las bondades del transporte público, las que no saben aprovechar la mayor parte de la gente. El lunes 18 de agosto ya comenzó a perfilarse que los lunes estarían dedicados a pequeñas reseñas sobre mi vertiente consumista, dando a conocer Mi experiencia con el Sigma 10-20. Luego me quejaba, En una semana..., que mis vacaciones no estaban siendo lo que esperaba, que es lo que tiene cogerte vacaciones y quedarte en casa, pero que las penas, consumiendo cosas que no necesitamos, resultan más llevaderas.

Arrancaba septiembre Celebrando el fin de las vacaciones y el retorno al trabajo, ufanándome de lo apetecible que era como profesional en el mercado laboral. Tras el pecado capital de la soberbia vinieron dos lunes seguidos con entradas quejumbrosas y algo patéticas. Con La presión del 'baby boom' generacional me quejaba de la moda de todos los recién papás y mamás de insistir en que uno imite el gesto de procrear y traer vástagos a este mundo. Luego vino De envidias y envidiosos, de rencores y rencorosos y de miedos y miedosos en el que me quedaba a gusto poniendo a caldo a los que me odian por ser como soy y motivado por el pequeño rapapolvo que me pegó el director de proyectos porque alguien se chivó del contenido del post del primer lunes. Pasada la tormenta volvía a la idea de dedicar los lunes a mis experiencias repasando Mi experiencia con el Sigma 70-300. Acaban los lunes de septiembre con ¡Por fin es lunes!, donde compartía con todos un resumen de un fin de semana estupendo y repetía, una vez más, lo fantástico que es el transporte público por darte la posibilidad de disfrutar de amaneceres fantásticos.

Octubre fue el último mes en que mantuve, salvo por algún desliz, la idea original de 'uno al día' con la que empecé a principio de agosto. El primer lunes de octubre retomé la idea de hablar de mis experiencias con las cosas con Mi experiencia con el fotolibro de Fotoprix, que aún me vincula al universo de Windows. El resto de los lunes del mes de octubre volví a perder el norte y los dediqué a cosas distintas como narrar Un sueño raro de cojones sobre una lagartija agonizante. A hablar de Otro juego que no debes comprar: Devil May Cry 4, que debería haber ocupado su lugar un domingo. Y a colar un propuesta para las tardes de sofá proponiendo el visionado de la adaptación a la televisión de las primeras novelas de Terry Pratchett con Tardes de sofá: Terry Pratchett en la caja tonta.

En noviembre comenzó el principio del fin. En la única entrada coincidente un lunes, Empezamos noviembre, dejando atrás el mes de octubre, y mi opinión sobre Histats.com, comento que la causa del descenso de publicaciones, y la decisión de no hacerlo los fines de semana, se debía a un incremento notable en la carga de trabajo, para terminar comentando mi experiencia con Histats, proveedor de estadísticas de visitas. No iba a perder la oportunidad, en un lunes, de hablar de mis experiencias, claro.

Con la única entrada publicada un lunes de noviembre, acabaron las publicaciones de ese día de la semana durante el resto de 2008. No sería hasta marzo de 2009, cuatro meses después, cuando aparecería nuevamente una entrada publicada un lunes. En realidad ese mes publiqué dos: Mi experiencia con la Nikon D200, comentando lo que me gusta ésta cámara y coincidiendo con que llevaba con ella 2 años, y Mi experiencia con el calendario de Fotoprix, donde cuento lo encantado que estoy con los resultados de mi primera experiencia montando un calendario con el software de esa compañía y que sospecho que será uno de los regalos de relleno a mantener en las próximas navidades.

El lunes no es un día que me prodigue mucho. Es el que cae justo después del fin de semana, en el que prefiero holgazanear a estar aporreando teclas y estrujándome el cerebro pensando en qué escribir. Así que el repaso bitacoril concluye con apenas unas pocas entradas más. En abril me quejo de mi 18-200 cuando lo comparo con el pepino de Luis (qué mal suena eso) en Odiosa primera comparativo: 18-200 VR vs 80-200. En mayo reincido en el tema con Segundo asalto en la comparativa de objetivos - Introducción, donde esbozo la forma en que organizamos la prueba, pero dejo para más adelante las conclusiones. En junio vuelvo a cantar las virtudes de la alta definición y cómo cambió mi perspectiva del disfrute audiovisual doméstico, animando a todo el mundo a pecar en ella con la entrada Alta definición a toda máquina: mi experiencia con el WD TV HD Media Player, donde hablo de un dispositivo de obligatoria compra. Lo que, por otro lado, conduce inexorablemente a sumergirse en las redes mafiosas del P2P.

Concluye este repaso de los lunes del primer aniversario de la bitácora con el último post publicado en ese día de la semana: Mi microexperiencia con el lector electrónico iLiad, contando más bien los peros que presenta para mí el e-reader en cuestión. Aunque se puede resumir en 'muy caro'.

Aquí concluye el repaso a las publicaciones realizadas los lunes del último año. En total veintiuna publicaciones. Espero que hayan disfrutado leyéndolos como yo escribiéndolos. Hasta mañana.