lunes, 24 de agosto de 2009

'Baraka', maravillosa obra de arte

Con esto del «uno al día» junto con el «un día, un tema» se van acumulando anotaciones de aquellos temas a los que dedico más tiempo. Así que he decidido que esta semana la voy a dedicar a ponerme al día, al menos un poco, con el tema de los documentales. Si el género documental no es tema de devoción del lector, puede volver -lo que agradeceré enormemente- la próxima semana. En caso contrario, espero que saque provecho a lo que irá apareciendo esta semana.

Hay veces, que entre tanta basura que uno se apropia ilícitamente por ahí, hundiendo el alma en las cloacas más profundas de las mafias del P2P, tropiezas con una joya que bien merece la pena el riesgo de degradarse moralmente con actos ilícitos. En el fondo, aunque sea legal, no es bueno hartarse con tanta mula. Todo ha de ser consumido con moderación, porque hasta lo sano, en exceso, es malo.

Decía que hay veces que uno tropieza con auténticas joyas. Me descargué 'Baraka' (ficha imdb) porque estaba catalogada como documental. Soy un fanático de los documentales y tengo más de un centenar aún por ver. Entre los que grabo de Canal Satélite y descargo de Internet, pronto tendré que comprar otro disco duro externo. Como pasa con muchas otras descartas, me olvidé que existía. Me senté a verla varias semanas después de haber concluido su descarga. Más de un mes, creo. Y por casualidad. Buscando algo con lo que pasar el rato uno de esos días tontos, repasando la lista de lo que había en el disco duro, le di al play cuando la tenía seleccionada -me había olvidado de ella y me pregunté «¿Baraka? ¿De qué carajo va Baraka?»-. Lo siguiente fue un choque. Casi me caigo de culo nada más empezar a verla. Me hubiese caído si no hubiese tenido ya los glúteos apoyados en el sofá.

Ron Fricke quita el aliento y demuestra una maestría absoluta de la fotografía casi desde el primer fotograma. Te paraliza en el sillón sin haber tenido tiempo de soltar el mando. Es una película que debería ser vista por cualquier amante de la fotografía. Independientemente de su contenido. Preciosa es un calificativo que le hace poca justicia.

Sé que me he sumado tarde al carro de aquellas personas que ya la han visto, la película data de 1992, pero aseguro que no se aprecia su maravilloso acabado hasta que no se disfruta en alta definición. Y dudo que el DVD le hubiese hecho siquiera justicia. A momento de escribir esto ya la he visto tres veces y he propuesto a familiares -los únicos que me entienden en estos asuntos, en especial mis padres- que vengan a casa a disfrutarla conmigo. Es casi una experiencia mística de trascendencia. Me siento delante de la televisión y me dejo inundar, sin resistencia, por unas imágenes abrumadoramente nítidas y hermosas, y por una banda sonora magistral que viene de la mano de Michael Stearns y que en el home cinema suena exquisitamente bien. El visionado de la película es casi hipnótico y consigue que entre en fase armónica con el cosmos. Me relaja profundamente y salgo renovado, en paz conmigo mismo, tras apenas noventa minutos. ¿He dicho que es una película magnífica?

Tal vez la mejor forma de resumirla sea citando la breve sinopsis de la entrada de la Wikipedia:
Documental filmado en 24 países que narra, en términos eminentemente visuales, aurales y musicales, la evolución de la Tierra y de la Humanidad, al mismo tiempo que señala las formas en que el ser humano se ha relacionado con su medio ambiente. La aparente fragilidad de la vida humana es contrastada con la grandeza de sus obras, al mismo tiempo que se subraya la desigual relación entre hombre y naturaleza. En medio de estos contrastes, la espiritualidad de la humanidad surge como el elemento más importante que la distingue de otras especies.

Poco más se puede decir, salvo que hay que verla para comprenderla y disfrutarla de primera mano.

Yo la conseguí por la vía poca ética de las redes P2P, pero nada más verla por primera vez me lancé, VISA en mano, a pedir mi copia en Blu-Ray por Internet. De momento solo está disponible en Amazon UK en formato PAL, así que creo que esperaré un poco a que la editen en España (espero que no tarden mucho). Recomiendo a todo el mundo que no pierda la oportunidad de hacer lo mismo. De momento, si estás interesado, en Amazon ofrecen un video con el making of.

'Baraka' no es la primera película del género, que se ha venido en llamar no verbal, pero es la primera que tropiezo de un género que acaba de ganar otro incondicional. En Spirit of Baraka podremos encontrar referencias a otras obras del mismo estilo. De momento, y mientras llega esta magistral película a las estanterías de las tiendas especializadas, yo ya estoy esperando que saquen también la trilogía Qatsi en alta definición y sigo hurgando en las redes de la inmundicia a ver si consigo alguna más en alta definición. Aunque el 9 de septiembre pasaré por caja y me pillaré Chronos.

En serio. No lo pienses dos veces. Es una experiencia realmente mágica a la que deberías darle una oportunidad. Y más de una también.

4 comentarios:

sulaco dijo...

Sí que llegas tarde. Yo vi Baraka en el multicines de las Arenas. Fue una de las seis películas con las que lo estrenaron y la primavera que vi en aquel lugar. En una sala de cine con el sonido adecuado y una pantalla grande, alucinas.

Uno+Cero dijo...

Pues ya ves. Yo ni sabía que existía. Sí había visto secuencias sueltas, como la de los pollos, pero no la película en su totalidad. Y es una gozada. Cierto que no ha sido en pantalla grande (algo que espero resolver en un futuro no muy lejano; al menos "grande" en la relación de distancia entre el plano de proyección y el del punto de visión), pero te aseguro que con el home cinema y la sonido envolvente disfruto como un enano con un sonajero nuevo viéndola en mi tele de 32 pulgadas.

Luis dijo...

Yo esperaré a tener un tele HD, espero que sea poco después de las reformas en casa.

Uno+Cero dijo...

En realidad no deja de ser "materialismo" vil, pero desde que veo películas en alta definición (con el sonido envolvente, eso sí), ya no disfruto las otras cosas de la misma forma. Me he convertiro en un sibarita y no me meto cualquier cosa por los ojos.